ALGUAZAS/ El acusado de tirar a su novia al río dice que fue un accidente de tráfico

El juicio contra Iulian G., que se enfrenta a una petición de pena de 14 años de cárcel por tentativa de asesinato, quedó ayer visto para sentencia

16.11.12 - 01:51 - 

EFE |

«Todo fue un accidente de tráfico». Así justificaba ayer ante el juez Iulian G. el que presuntamente metiera a la fuerza a su pareja sentimental en el maletero del coche de ella y de arrojarlo al Segura. Los hechos, por los que ha sido juzgado en la Audiencia Provincial, tuvieron lugar al paso del Segura por Alguazas, y Iulian G. declaró que nunca tuvo intención de quitarle la vida. Por su parte, la mujer, E.L., manifestó que logró escapar del vehículo, que había quedado medio sumergido en el agua, tras conseguir abrir una de sus puertas.

Al hacer uso de su derecho a la última palabra, el acusado, nacido en Rumanía, explicó que «me responsabilizo del accidente y de lo ocurrido, porque no debí coger el coche tras haber bebido, pero yo nunca me propuse matarla».

Un testigo clave en el juicio fue un joven que presenció los hechos y que ha revelado que vio al acusado cerca del coche cuando éste caía al río y que le observó cómo se alejaba del lugar «con toda normalidad». Tanto el padre de la mujer, C.L., como un hermano de ella, A.L., señalaron que las relaciones de la pareja, que estaba unida desde hacía varios años, «eran muy buenas», aunque en los días previos a estos hechos, ocurrido el 16 de agosto de 2011, se habían visto deterioradas.

El primero, al declarar como testigo en el juicio, indicó que poco después del suceso recibió una llamada telefónica del acusado «en la que le dijo que había matado a su hija», sin que le indicara dónde se encontraba.

Aseguró que la había matado

Por su parte, el hermano aseguró que le llamó para que le informara de lo ocurrido y que le contestó que la había matado «y que había hecho lo que tenía que hacer». Dos policías locales de Alguazas que trataron de localizar a la mujer manifestaron que el procesado les confesó que la había matado, «aunque se negó a indicarnos dónde se encontraba», además de añadir que lo encontraron muy tranquilo.

También intervinieron como testigo un policía nacional que manifestó que cuando hablaron con la denunciante «estaba presa del pánico, y repetía una y otra vez que su novio la había querido matar, que la había metido en el maletero del coche, que había arrojado luego al río».

Un guardia civil que inspeccionó la zona por la que el turismo se deslizó hacia el cauce del río manifestó que no encontraron huellas de frenada o de derrape y que la trayectoria del vehículo en su caía fue recta, por lo que descartaron la versión del accidente del acusado.

En la vista oral intervinieron las forenses que analizaron las lesiones de E.L., que tardaron en curar 120 días, y añadieron que son compatibles con lo recogido en la denuncia. En el juicio, que quedó visto para sentencia, el fiscal solicitó para el procesado 14 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y una indemnización para la perjudicada de 8.000 euros, además de otros 20.000 euros por los daños sufridos por el coche.