La Guardia Civil de Santomera busca a un segundo conductor del tráiler donde encontró 170 kilos de droga de gran pureza
25.11.12 - 00:56 -
JORGE GARCÍA BADÍA | / La Verdad
Conducían día y noche, sin dormir, para cruzar la Península con un cargamento de polen de hachís que hubiese hecho las delicias de cualquier 'fumeta', pero no solo de la Región, también del resto de la Unión Europea. Los 170 kilos de droga intervenidos el pasado jueves en la avenida La Cebada de Cobatillas, por agentes de la Guardia Civil de Santomera, también tenía como destinos Francia, Bélgica e Inglaterra.
La intervención practicada por la Benemérita podría acabar con una red que supuestamente operaba a nivel internacional, aunque con acento murciano. Después de que los agentes del Instituto Armado detuviesen a J.S.H, de 45 años, y A.M.L., de 39 años, cuando manipulaban los 170 kilos de hachís en una nave industrial en desuso de Cobatillas, también procedieron a la inspección ocular del tráiler, comprobando que el remolque tenía matrícula española, mientras que la cabina era portuguesa.
De forma que ya se ha cursado, a través de Interpol, una orden internacional de detención contra el dueño de la cabeza del tráiler. Pero el número de detenciones podrían seguir aumentando durante las próximas fechas, ya que de los dos detenidos, Jesús era uno de los conductores encargados de transportar presuntamente la droga por el 'módico jornal' de 9.000 euros. Pero no conducía solo, puesto que en el interior de la cabina la Guardia Civil encontró documentación de un segundo chófer, también de nacionalidad española, y que en la actualidad está en paradero desconocido, tras darse a la fuga.
Contactos en Marruecos
La calidad de la droga incautada por la Guardia Civil del puesto principal de Santomera, cuyo valor en el mercado podría haber alcanzado los 280.000 euros, habría sido suministrada por un contacto de esta red en Marruecos, en posible connivencia con otro individuo que al parecer podría actuar de enlace en la aduana.
Las pesquisas de la Benemérita siguen abiertas y ya han localizado a los titulares de la nave donde se encontró el polen, después de que varios vecinos alertasen a los agentes del Instituto Armado de que alguien quería abrir un butrón en el almacén para perpetrar un robo. Lo que no se imaginaban estos ciudadanos que hicieron gala de una actitud ejemplar, es que su llamada de auxilio no evitaría un robo, sino que pondría en jaque los cimientos de una presunta red de tráfico de drogas.
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