Padres del colegio de Puebla de Soto exigen la construcción urgente de un nuevo centro porque el inmueble tiene más de 60 años y han aparecido grietas
26.11.12 - 01:50 -
M. CARMEN RAMÍREZ | MURCIA./ La Verdad
El colegio de Infantil y Primaria de la pedanía de Puebla de Soto es de los más antiguos de la Región de Murcia. Sobrepasa los 60 años desde su construcción y a pesar de las numerosas remodelaciones que ha sufrido a lo largo de estas seis décadas, la asociación de madres y padres lleva más de 20 años reclamando la construcción de un nuevo colegio. Alegan diversas razones, pero la más importante, a su juicio, es que la estructura no está en buen estado. «Hace años conocimos un informe técnico que recomendaba, ante el estado del centro, que los niños que se encontraran en el segundo piso no saltaran, por lo que pudiera pasar; de hecho, el colegio tiembla cuando por la calle pasan vehículos pesados», aseguró a 'La Verdad' una de las madres que integran la AMPA.
El centro tiene 110 alumnos: «No caben más». El resto de los niños de Puebla de Soto se tienen que ir a colegios de Alcantarilla. «Muchas madres incluso lo prefieren, aunque esté más lejos, porque este centro no es seguro». Y es que sospechan que los cimientos se han movido, porque han aparecido grietas en el suelo y se han levantado losas. Aunque la lista de desperfectos que detallaron es interminable.
Cada una de las aulas dispone de un cuarto de baño. Pero es unisex y hay que salir a un patio exterior para acceder a ellos. Solo uno está homologado. En el caso de los más pequeños, tienen que subirse a sillas para lavarse las manos y los inodoros son de tamaño normal, no reducido para niños. En el patio del aula de 5 años hay, incluso, una estación meteorológica en desuso, oxidada, que podría suponer un peligro para los alumnos. Las aulas tienen armarios para guardar libros, fichas y otro tipo de material escolar. Armarios viejos, que no cierran bien y tienen la madera carcomida. Los cierres de las ventanas no funcionan y éstas no están a la altura recomendable para evitar caídas. Muchas tienen cortinas, eso sí, cogidas con chinchetas. Las escaleras de acceso al segundo piso carecen de pasamanos.
La antigua casa del conserje se ha reinventado, convirtiéndose en una especie de archivo, biblioteca, aula de orientación y sala de audiovisuales. A la conserje se le ha habilitado el hueco de la escalera, que no debe superar los tres metros cuadrados, con una mesa, una silla y un pequeño calefactor para luchar contra el frío.
La sala de profesores está presidida por un cartel que versa: 'Compañeros, antes de encender los radiadores eléctricos, avisad, porque saltan los automáticos y los ordenadores que están encendidos se pueden estropear'. La instalación eléctrica es otra de las grandes preocupaciones de los padres, que aseguran que saltan los plomos constantemente debido a su antigüedad y a que, ante el aumento del uso de aparatos eléctricos, ésta no la soporta.
El patio de los más mayores presenta una grieta en medio de la pista y, según los padres, las pesas de la canasta no están en buen estado. El cuarto de baño del patio de los más pequeños no tiene luz, no porque no funcione, sino porque ni siquiera hay bombilla. Un patio plagado de desniveles que en los días de lluvia es intransitable.
La Concejalía busca solar
Los padres y madres del colegio de Puebla de Soto reclaman de forma urgente la construcción del nuevo centro. Algo que, aseguran, llevan escuchando desde hace 20 años. «Cuando nosotros éramos alumnos ya se decía que se iba a construir un nuevo colegio». Lo cierto es que la situación se ha convertido en urgente. Hecho que reconoce la concejal de Educación, Lola Sánchez, que desde hace meses busca solar para empezar la construcción. «El solar tiene que cumplir ciertas características, como por ejemplo, una extensión de 5.000 metros cuadrados. Hemos visto alguno que cumple con la normativa de la Consejería de Educación, pero el precio de los tasadores municipales no coincide con lo que solicita el vendedor», aseguró a 'La Verdad' la edil del consistorio murciano, que corrobora la versión de los padres de que el colegio es antiguo, pequeño y sus condiciones no son las más adecuadas.
A pesar de que en un principio ambas partes parecen coincidir en el planteamiento, la situación entre ellos se ha vuelto tensa. Hace unas semanas mantuvieron una reunión en la que estuvo presente el director general de Centros, José María Ramírez Burgos, y en la que, aunque se puso de manifiesto la intención de Ayuntamiento y Comunidad de solucionar el problema, no se habló de fechas ni tiene visos de ser resuelto a corto plazo.
Los padres no pueden más. Entienden que ahora no haya dinero, pero no logran comprender que en los años de bonanza no se construyera el nuevo centro cuando entonces ya se reclamaba. La tesorera del AMPA mostró ante 'La Verdad' su enfado por la «pasividad de las administraciones» y declaró que están perdiendo la esperanza. «No se ve movimiento, la cosa está muy parada. No creemos que la cosa se solucione pronto». Lola Sánchez y José María Ramírez confirmaron a los padres en el encuentro que están a la espera de que el propietario de un solar que cumple con la normativa les dé un precio. Mientras, los niños tendrán que seguir sin saltar.
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