jueves, 15 de noviembre de 2012

LORCA/ El Obispado, la UCAM y los fieles levantarán San Diego


Los trabajos de restauración costarán 700.000 euros, durarán 18 meses y la intención es que estén terminados para la Semana Santa de 2014

La Opinión
FRANCISCO GÓMEZ ­La Diócesis de Cartagena, la Universidad Católica San Antonio de Murcia y los donativos de particulares ayudarán a financiar las obras de restauración de la iglesia de San Diego, una de las afectadas por los terremotos de 2011. El obispo José Manuel Lorca Planes quiso aprovechar la festividad de San Diego para presentar el proyecto y adelantar que «dentro de poco comenzarán las obras», aunque no precisó una fecha concreta.

La intención es que la restauracióm esté completamente terminada para la Semana Santa de 2014. El plazo de ejecución de los trabajos, que tienen un presupuesto de unos 700.000 euros, es de 18 meses. El párroco de San Diego, Jesús Ros, se refirió a la necesidad de que el templo esté restaurado cuanto antes para que la actividad religiosa vuelva a la barriada, «como piden y desean los feligreses».
Según Juan Gómez, uno de los arquitectos redactores del proyecto, las obras de emergencia que se realizaron en el templo tras los terremotos de 2011 fueron tan eficaces que no se han registrado goteras tras las lluvias torrenciales del pasado 28 de septiembre. Las lluvias de los últimos días sí que han provocado, sin embargo, que «se abra la conexión de la fachada principal con el cuerpo del templo», indicó el obispo, que aseveró que, tras las obras, la iglesia «va a quedar en perfectas condiciones, asegurando primero las estructuras». Por su parte, Gómez indicó que las bóvedas presentan fracturas importantes y hay que rehabilitarlas, pero «tienen arreglo y quedarán como antes del terremoto porque el enfermo goza de buena salud». La espadaña que se derrumbó tras el seísmo también se va a reconstruir, «se salvarán en lo posible las estructuras abovedadas y se repararán las grietas de los muros». El arquitecto apuntó que se trabajará con materiales ligeros y se recolocarán los elementos que se vinieron abajo utilizando técnicas que no requieran «añadir masa a las estructuras para que no acumulen más peso».
Aprovechando su visita a la ciudad, el obispo se acercó también a la iglesia de San Cristóbal, donde el pasado domingo se derrumbó el techo de la capilla de San Antonio de Padua, dejando un considerable agujero en el techo.

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