Denuncian que, siete meses después de las inundaciones, lo único que han recibido son «promesas y palmadas en el hombro»
«Estamos indignados, decepcionados», con las administraciones públicas. «Nunca nos podríamos haber imaginado que nos hubieran tratado con tanta insensibilidad». Lo único que «hemos recibido son promesas y palmadas en el hombro». Así de contundente se mostró ayer Antonio Reinaldo, presidente de la Plataforma de Afectados por la Inundación del 28 de septiembre. El lorquino aseguró que «vamos a seguir luchando», aunque reconoció que «vamos perdiendo las esperanzas».
Mañana domingo se cumplirán siete meses de la riada que asoló el campo lorquino, causando daños por valor de más de 110 millones de euros. Ha pasado más de medio año y los damnificados afirman que sus problemas no han concluido. Todo lo contrario, se han recrudecido porque para intentar arreglar sus campos sembraron cereal y ha llovido en casi todo el territorio a excepción de en Campillo, donde se sitúan sus explotaciones agrícolas. «En nuestras tierras hay una amplia capa de tarquín y lodo. Los sistemas de riego quedaron arrasados, por lo que nos vimos obligados a plantar cereal, pero ha llovido en todos lados, menos en nuestra zona. Habrá que labrar la tierra y así intentar, al menos, recuperarla», señaló Miguel Padilla, presidente regional de Coag, que compareció en rueda de prensa junto a los damnificados, reconociendo que él también era uno de ellos, ya que sus tierras están en Campillo.
Las únicas ayudas que les han llegado, según el presidente de la plataforma, son «las de la 'Mesa Solidaria'» y reconoció que el resto de agricultores y ganaderos «tampoco han sido lo solidarios que cabría esperar». A pesar de ello, contó que los damnificados «no se rinden» y que poco a poco intentan «levantar cabeza».
El presidente de Coag explicó que muchos agricultores ante la falta de terrenos en condiciones para plantar han decidido trasladarse a otras zonas limítrofes. «Albacete, Alicante y Almería, son algunos de los lugares a los que se han visto obligados a irse muchos lorquinos para continuar con sus plantaciones», dijo.
A preguntas sobre qué le parece el deslinde de la rambla de Biznaga que está acometiendo la Confederación Hidrográfica del Segura el presidente de los damnificados afirmó que «si el cauce hubiera estado en condiciones no habría ocurrido algo así, o al menos no hubiera provocado tantos daños. Es triste que tenga que pasar esto para que se tomen medidas».
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