El recién restaurado Palacio de Guevara podrá ser admirado "en su desnudez" y sin mobiliario tras recobrarse de las heridas causadas por los terremotos
FRANCISCO GÓMEZ/ EFE
El Palacio de Guevara de Lorca, una de las joyas del Barroco de Lorca y de la Región de Murcia, ha recuperado su esplendor tras haber sido rehabilitado para subsanar los daños causados por los terremotos de mayo de 2011. El inmueble, construido a finales del siglo XVII, ha permanecido cerrado durante los casi dos años que prácticamente han durado las obras de rehabilitación, que han costado casi un millón de euros -incluyendo las actuaciones de emergencia- y han sido financiadas por el ministerio de Fomento con cargo al 1% Cultural. El edificio, que ya sobrevivió a otro violento seísmo en 1674, fue inaugurado ayer con la promesa del alcalde, Francisco Jódar, de que sea la sede del futuro Museo y Centro de Interpretación del Barroco Mediterráneo.
Así, los trabajos se han centrado en los últimos meses en reparar los daños causados por los seísmos, pero también han servido a los técnicos para sacar a la luz la distribución original del edificio barroco, sometida a numerosas modificaciones durante los últimos 400 años.
Algunos de los invitados de excepción -como el subsecretario de Estado del ministerio de Fomento, Mario Garcés; el consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Antonio Sevilla, o el delegado del Gobierno en Murcia, Joaquín Bascuñana- pudieron ver el palacio "en su desnudez", tal y como explicó el alcade, ya que parte del mobiliario está siendo restaurado fuera de Lorca, la mayoría en el taller propiedad de la Comunidad Autónoma, pero también hay varias piezas en Valladolid y otros puntos de España. Hasta final de año, el Consistorio trabajará en el proyecto de musealización del palacio, con el objetivo de que todo su mobiliario original vuelva a ser exhibido en el interior de sus dependencias en 2014.
El proceso de restauración ha permitido consolidar la estructura del palacio, de su patio porticado interior -muy frágil tras los temblores de tierra de 2011-, se han picado y sellado centenares de grietas y se han retirado los elementos no originales, como los suelos de tarima o los falsos techos, que en muchos casos también se desplomaron durante los movimientos telúricos. Los restauradores solo han hecho un guiño a ese pasado prescindible del edificio conservando los grafittis que hicieron en una de sus paredes, junto a la escalera, los niños que vivieron en el inmueble hace más de 200 años. Puertas cegadas, ventanas que estaban y luego desaparecieron, arcos tapiados que daban acceso a las bodegas y redistribuciones que no respondían al planteamiento original del inmueble habían convertido el plano interior del palacio en algo muy distinto a lo que concibieron sus creadores. Así, las obras también han devuelto al palacio a su distribución original, eliminando las divisiones de estancias que realizó su última moradora, Concepción Sandoval, baronesa de Petres y Mayais, para adaptarlo a su uso doméstico antes de ceder el edificio al Ayuntamiento. Además, los trabajos han permitido recuperar todas sus fachadas.
Los expertos han trabajado con materiales similares a los originales en la reparación de dos grietas reabiertas que se atribuyen al terremoto que devastó Lorca el 28 de agosto 1674 y de cuya reparación inicial incluso han encontrado facturas en el interior del palacio. Además, el Gobierno regional ha ampliado hasta finales de este año 2013 el plazo dado al ayuntamiento de Lorca para redactar el proyecto de conservación con el objetivo de diseñar la puesta en valor del edificio y sus usos culturales y sociales.
La idea del Consistorio es conectar el palacio con el espacio de recreo del huerto interior con el cercano edificio del Centro Regional de Artesanía y con la plaza de Concha Sandoval. El objetivo final de estos trabajos sería convertir los dos edificios en un museo del Barroco de la Región de Murcia haciendo, además, un centro de interpretación.
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