La caída de precios acumulada desde el 'pinchazo' de la burbuja se acerca ya al 34% en la Región
El sector inmobiliario no levanta cabeza. Ni la caída en picado de los precios desde hace cinco años ni los cambios fiscales que penalizan desde enero la compra de vivienda han logrado animar un negocio en horas bajas, que cierra el año tan mal como lo empezó y con todos los registros en negativo. El más evidente, el del coste del metro cuadrado de vivienda nueva, que en la Región ha caído por encima de la media hasta bajar un 7,2% en el año que acaba de terminar. En España, el descenso medio ha quedado en el 6,9%. Llueve sobre mojado, ya que el descenso se acumula sobre las caídas constantes registradas año tras año desde que comenzó la crisis hasta sumar un abaratamiento del 33,9% desde diciembre de 2005.
La tormenta perfecta que descarga sobre el mercado inmobiliario en la Región (exceso de oferta, desempleo, inflación, subida del IVA...) ha empujado el precio del metro cuadrado de vivienda nueva hasta el último puesto nacional. Así, Murcia es hoy la capital de provincia con los precios más baratos de toda España, según la comparativa realizada por la Sociedad de Tasación, y que marca el coste medio en 1.271 euros el metro cuadrado, muy lejos de la media nacional, que supera los 2.200 euros el metro cuadrado. Un piso tipo de 90 metros cuadrados en Murcia sale pues por 114.390 euros, frente a los 198.000 euros de media en el resto de capitales de provincia españolas. Esta cifra media solo se supera en San Sebastián, Barcelona, Madrid y Bilbao. En la capital asciende a 2.982 euros a finales de año, mientras que en San Sebastián es de 3.502 euros y en Barcelona de 3.434 euros. Solo Cáceres y Badajoz se acercan a los umbrales de Murcia.
El rebajado precio del metro cuadrado de vivienda nueva en Murcia es fruto de los continuos ajustes desde el 'pinchazo' de la burbuja inmobiliaria, pero el informe de la Sociedad de Tasación pone también de relieve que el coste de las casas se ha multiplicado por 5,5 desde diciembre de 1985. La cifra puede parecer elevada, aunque lo cierto es que también se encuentra entre las bajas de España (la media es de 7,3).
La Sociedad de Tasación explica que en la caída del precio de la vivienda han influido varios factores, como la tendencia creciente de la inflación, sobre todo, en el segundo semestre del año, así como la tasa de desempleo, que «mantiene un ritmo ascendente que es previsible que continúe en los próximos meses». También destaca el comportamiento del euríbor, indicador de referencia para los préstamos hipotecarios, que ha mantenido una tendencia decreciente en 2012. Además, la demanda se ha contraído y apenas hay financiación ni para comprar -salvo para inmuebles en manos de la banca- ni para construir.
En cuanto al mercado hipotecario, el informe detalla una reducción del nivel de actividad por el difícil acceso a la financiación, si bien detecta un aumento en el volumen de transacciones en el segundo semestre por la desaparición de incentivos fiscales.
La construcción ofrece también datos para el desánimo. Nunca se habían construido tan pocas viviendas como ahora. De hecho, ni siquiera sumando las cifras de los tres últimos cinco años -en torno a 615.000 viviendas iniciadas entre 2008 y 2012- se alcanzarían las cifras del 'boom'.
La Sociedad de Tasación pone el acento sobre otro dato que refleja con claridad la evolución del mercado inmobiliario desde 2008, y es el incremento de la cantidad de viviendas que tienen ya entre uno y cinco años de antigüedad y nunca han sido habitadas. Es decir, pisos a estrenar que no se han vendido ni alquilado. «El aumento de casas pendientes de primera ocupación no obedece al incremento de la actividad edificatoria, sino al crecimiento de viviendas puestas a la venta por los departamentos inmobiliarios de entidades de crédito y por particulares», matiza el informe.
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