Las aportaciones de empresas y del Consistorio suplen la falta de ayudas de la Comunidad
Buena temperatura y un sol radiante acompañaron la XXXV Fiesta de las Cuadrillas. Barranda volvió a ser la capital de la música tradicional. La falta de ayuda de la Comunidad Autónoma se ha suplido en esta ocasión con las aportaciones de empresas privadas y con una importante subvención del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz. Las cuadrillas participantes han vuelto a hacer gala de su compromiso con esta fiesta que es la cuna, el origen, de las que se celebran en la Región y en buena parte del territorio peninsular.
La música tradicional y el baile suelto no tuvieron que luchar contra las bajas temperaturas, tan habituales en otras ediciones. Los acordes de los instrumentos de cuerda brillaron en esta ocasión para los rayos del sol. Barranda demostró que por encima de las dificultades económicas, sigue siendo la meca de las cuadrillas de toda España. Las calles de la localidad mostraron su cara más alegre para acoger a quienes decidieron llegar a esta pedanía caravaqueña para vivir con intensidad la jornada de fiesta; unas 20.000 personas participaron en esta edición «de la solidaridad y el compromiso», como fue calificada por los Aguilanderos de Barranda.
La cuadrilla de la Hermandad de Ánimas de Caravaca de la Cruz cantó en la misa con la que se iniciaba el programa. Al finalizar la eucaristía, en la puerta del templo, se procedió a realizar la recepción de las cuadrillas participantes.
Los Aguilanderos de Barranda, anfitriones de la fiesta, decidieron en esta ocasión rendir un merecido homenaje a Pedro Morata Muñoz, de la cuadrilla de la Cuesta de Gos. Morata agradeció el reconocimiento y destacó la importante labor que los aguilanderos y todo el pueblo de Barranda realizan cada año para que la Fiesta de las Cuadrillas pueda salir adelante.
El III Mercado de Tradiciones Campesinas se ha convertido en el complemento gastronómico y artesanal de la fiesta. La presencia de miles de personas recorriendo las principales calles de la localidad hacían casi imposible el tránsito desde el lugar en el que estaba una cuadrilla hasta el lugar donde estaba ubicada la siguiente.
A partir de las doce del mediodía, la música se adueñó de las calles de Barranda. Desde El Muelle donde se encontraba la cuadrilla de Aledo, con el 'Tío Juan Rita' al frente un año más, hasta la carretera de Caravaca, donde estaban los Animeros de Caravaca, las agrupaciones ofrecieron un apetitoso menú musical aderezado por el baile de jóvenes y mayores que mantienen viva una tradición de siglos.
Al amparo de los chopos
Hubo un receso para reponer fuerzas y las cuadrillas se refugiaron en el salón social para dar cuenta de las viandas preparadas por la organización. No hubo tiempo para la digestión, ya que a primera hora de la tarde las cuadrillas volvieron a tomar la calle.
Cientos de personas se agolpaban en torno a cada cuadrilla en un rosario musical al amparo de olmos, álamos y casas. Cuando la tarde empezó a caer y el sol se perdía detrás de la Sierra de Mojantes, músicos y cuadrilleros regresaron al salón para iniciar el baile suelto que se prolongó hasta bien entrada la noche.
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