MURCIA/ Clausuran hasta enero el Cierva Peñafiel por obras y envían a los alumnos a otros centros

Los padres no saben aún dónde estudiarán sus hijos durante el primer trimestre y se muestran indignados ante las alternativas ofrecidas por la Consejería de Educación
06.06.09 -
F. CARRERES MURCIA/la Verdad
Los padres y madres del colegio público Cierva Peñafiel, en pleno centro de Murcia, no saben aún hacia dónde tendrán que encaminar sus pasos el próximo septiembre, cuando sus hijos inicien el curso. Hace dos días, cuando apenas terminaban las celebraciones del centenario del conocido centro, la dirección del colegio les daba a conocer las malas noticias: el edificio estará cerrado hasta diciembre por obras -es necesario reparar la cubierta- y los 250 estudiantes serán redistribuidos por otros centros hasta que terminen los trabajos.
«Por supuesto que no vamos a acceder; esto es un abuso de poder y nos han dejado en una situación de indefensión total. Nunca nos han dicho que las obras de la cubierta fueran urgentes, nos hemos informado y ni siquiera están adjudicadas», explica Ana Jiménez, miembro de la comisión de urgencia que los padres han organizado para defender sus intereses.
Las familias se reunieron ayer en asamblea extraordinaria para manifestar su rechazo al traslado temporal de los alumnos el próximo curso, por lo menos hasta enero. Consideran que la única solución aceptable pasa porque las obras comiencen el 20 de junio y finalicen el 15 de septiembre próximos, y para ello piden «que si es necesario se contrate más personal del previsto».
Ninguna de las tres alternativas que Educación ha puesto sobre la mesa convence a los padres. La primera pasa por trasladar a los estudiantes a un colegio cercano pero en turno de tarde, una opción que ni siquiera van a valorar «porque es disparatada». Educación también ha planteado la posibilidad de hacer hueco a los estudiantes en el colegio Narciso Yepes, en La Fama, o en el Virgen de Belén, en las cercanías de Juan Carlos I, que, al igual que el Cierva Peñafiel, tiene una sola línea educativa de primero a tercero de Infantil, y de primero a sexto de Primaria. En ese caso, los estudiantes serían trasladados en autobús, sufragado por la Administración, y con horarios adaptados a todas las necesidades educativas.
Los padres que han iniciado esta protesta se niegan en redondo a aceptar esas ofertas, porque además desconfían de que las obras terminen en enero y los alumnos puedan regresar a su colegio para el segundo trimestre. Muchos de ellos relataban ayer con ironía como hace apenas una semana «el alcalde vino a participar en las celebraciones del centenario y todos se felicitaban, en lugar de avisarnos antes de que se cerrara el plazo de adjudicación de plazas en otros centros».