Morente. Eurovillas
VI.
Residencial Nuevo
Principado.
El meritorio trabajo realizado por la Policía Local desde
septiembre pasado año, periodo en el que ha estudiado y puesto en práctica un
plan de reordenación vial en la calle de mayor tráfico rodado del entorno del
Paseo Río Nalón, no está dando resultado alguno. Los usuarios de vehículos
industriales siguen haciendo lo que les viene en gana, ocupando: las zonas de
estacionamiento reservadas (perfectamente señalizadas) para personas con
discapacidad, el único paso de cebra existente en toda la calle y las aceras. Sobra
favoritismo institucional en beneficio de unos cuantos, sin razón y con descaro.
Falta autoridad y decisión política para
acabar con la anarquía. A las señales verticales colocadas, habría que
añadir otra: paso de peatones y limite de velocidad. Sobre el soporte de la
señal de estacionamiento para personas con minusvalía, debería colocarse una
placa de advertencia del servicio de grúa.
Los gobernantes locales (la Policía cumple órdenes)
tienen que hacer cuanto sea preciso, además de tramitar tantas denuncias como
sean necesarias, para imponer el orden y evitar confrontaciones de los
conductores/descargadores con los vecinos/residentes, hartos ya de soportar molestias,
insultos y amenazas. ¿Qué podrían hacer? Además de lo que han hecho hasta ahora
(señalizar la vía pública) gestionar desde la Alcaldía una acción en los
siguientes términos:
1.
Carta circular del Concejal competente a los titulares de
vehículos industriales. El 75% se repiten diaria/semanalmente. Son de sobra
conocidos.
2.
Nota de la
Policía Local para entregarla a cuantos vehículos estacionen
indebidamente. En esta acción de distribución podrían contar con la
colaboración vecinal.
3.
Carta circular del Concejal de Comercio a los propietarios de los
establecimientos del entorno, para que adviertan a sus proveedores.
4.
Cartel adicional, para colocarlo sobre la señal de tráfico
vertical, advirtiendo de posibles sanciones. Expresado con claridad: MULTA XXX EUROS.
5.
Instalar una cámara de video vigilancia. El Centro Integral se
Seguridad está a unos doscientos metros de este punto conflictivo.
Quienes sufren a diario las molestias ocasionadas por un
colectivo muy concreto, que no respeta ni las denuncias formuladas al Defensor
del Discapacitado de Los Alcázares, ni las Resoluciones del Defensor del Pueblo
de la Región
de Murcia, basadas en compromisos procedentes de la Alcaldía , están deseando
recuperar lo que, de una u otra forma, se les había dado a entender: normalidad en la calle. Es decir,
recuperar lo que han venido perdiendo desde 2006. Si quien tiene que aplicar la
solución se muestra incapaz, debería apartarse, sin esperar a que los
ciudadanos se lo pidan, como ya están haciendo en otras ciudades españolas.
En Los Alcázares News se viene informando desde
hace meses de este problema concreto, uno de los muchos que soporta una zona
residencial abierta cuyo “producto” estrella es el Paseo Río Nalón, la zona mas degradada del municipio desde
el punto de vista urbanístico y social. Como muestra, se reproducen dos
noticias publicadas durante el mes de septiembre de 2012.
Domingo, 28 de septiembre de
2012
LOS ALCÁZARES/ Preguntas sin respuesta.
Comunidad de Propietarios
Eurovillas VI.
Residencial Nuevo
Principado.
Las fotos que ilustran
este comentario no requieren de muchas explicaciones. Dos camiones de mediano
tonelaje estacionados sobre la acera, que forman parte de la “flota” que
habitualmente, a cualquier hora del día, utilizan como base de operaciones para
carga y descarga la calle Río Arangüín, desde la que aprovisionan a los
restaurantes, con comedor al aire libre, del Paseo Río Nalón. Lo que no se ve
en las fotos es que gozan de patente de corso para aparcar donde les venga en
gana. Desde hace años. No son denunciados. No se les multa.
Para acabar con esta
situación de anarquía el Ayuntamiento se comprometió (hace siete meses) ante el
Defensor del Pueblo a incrementar la vigilancia policial y hacer cumplir el
horario para carga y descarga: de 8:00 a 10:00 y de 16:00 a 18:00 horas. Y
hacerlo en el lugar especialmente señalizado: un rectángulo en la calzada,
pintado en rojo. Pues bien, cualquier parecido con la realidad es pura
coincidencia. Así que hay que preguntar, una vez más, a la autoridad
competente (!):
¿Por qué se permite
aparcar sobre el paso de cebra y la zona especialmente reservada (azul) para
personas con discapacidad?
¿Por qué se permite
también hacerlo sobre las aceras, destrozándolas y bloqueando los accesos a las
viviendas?
¿Por qué, en muchos
casos, los conductores/repartidores dejan el motor en marcha, el equipo
refrigerador funcionado e incluso música en la cabina, con el único objeto de
molestar?
¿Por qué impactan contra
el suelo barriles de cervezas y botellas de butano?
¿Por qué las
reparaciones de daños producidos en el enlosado las pagan todos los ciudadanos,
en vez de los responsables de haberlos causado?
¿Por qué no intervienen
los agentes de la autoridad?
¿Por qué no se atienden
las denuncias verbales y escritas de los vecinos?
¿Por qué se da un trato
de favor a los propietarios de estos vehículos industriales frente al común de
los ciudadanos?
¿Por qué nadie acaba con
esta situación?
¿Por qué…? ¿Por qué?
Si es porque quienes
están obligados a intervenir, no saben, no pueden o no quieren, las autoridades
regionales deberían actuar ya, y cambiarlos. Su compromiso con Los Alcázares se
resume en dos lemas: centrados
en ti y puedes confiar.
Pues eso.
Lunes, 10 de septiembre de
2012
LOS ALCÁZARES/ Arangüín, la ley del más
fuerte.
Comunidad de
Propietarios Eurovillas VI
Residencial Nuevo
Principado.
No por mucho repetirlo
deja de ser noticia. Los residentes en la calle Río Arangüín, paralela al Paseo
Río Nalón, no tienen la menor duda de que en su calle impera la ley del
más fuerte: el vehículo
industrial. Camiones, furgones y furgonetas (muchos de ellos con el equipo
frigorífico siempre en funcionamiento) llegan a diario para operaciones de
carga y descarga de mercancías, con excesiva frecuencia sin respetar el horario
fijado e incluso estacionando fuera del espacio señalizado para ellos,
preferiblemente sobre la acera. Siempre los mismos: distribuidores de bebidas
(cajas y barriles de refrescos y cerveza) carnes, congelados, frutas y
verduras, bombonas de butano y suministros y reparaciones de hostelería.
El modo de proceder de
algunos repartidores es causa de enfrentamiento con los vecinos, que asisten
impotentes a una sucesión de ruidos y molestias que perturban la vida ordinaria
dentro de sus domicilios, destacando los impactos de los barriles metálicos y
las bombonas de gas, dentro de los vehículos y contra la calzada. La foto
muestra las señales de los impactos en el asfalto.
Lo que más llama la
atención es el régimen de impunidad imperante. Los repartidores mandan. Nadie
les corrige. No hay control, vigilancia ni denuncias. Al contrario que al
ciudadano común, no se les multa. Sin embargo, los destrozos en la vía pública
(aceras y calzada) corren a cargo del erario público, tan mermado que mantiene
apagadas la mitad de las farolas de la calle.
Quienes decidieron
establecer su residencia en dicha calle, con carácter fijo o temporal, buscando
tranquilidad, sol y playa, sufren las consecuencias de un producto
turístico (comedores en la calle) aplaudido por la autoridad local, responsable
directo de tan innovador recurso para atracción turística. Un cambio de uso de paseo (rodeado de viviendas en
altura) a restauración y ocio. Un abuso.
Resultado: una
concentración de sesenta y cuatro bares y restaurantes. Un proyecto que ya es realidad y que debería ser “distinguido” por SEGITTUR (Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las
Tecnologías Turísticas).
La distinción, el premio
para los residentes en la
Calle Río Arangüín consiste en seguir disfrutando, a diario,
de toda una gama de molestias y ruidos, entre estos: impactos de barriles y
bombonas en la calzada, por poner un ejemplo. El imperio de la ley sigue
aplazado de momento.
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