La Cofradía del Cristo de los azules inaugura los cortejos procesionales desde San Nicolás
22.03.13 - 21:59 -
LAVERDAD.ES |
La Venerable Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo y María Santísima de los Dolores ha dado inicio a la Semana de Pasión con su desfile de ocho imágenes, dos de ellas de Salzillo, y su pasillo de túnicas de terciopelo azul.
Media hora antes, a las 19 horas, han comenzado a salir, uno a uno, los tronos de las ocho hermandades que forman esta cofradía. El adelanto ha respondido a una razón estética, como señala el presidente, Ángel Galiano a 'La Verdad': «Nuestra procesión se luce más de día que de noche».
Ha abierto el cortejo El Ángel de la Pasión, que salió por primera vez el año pasado. Se trata de una obra del escultor murciano Roses Rivadavia y es titular de la hermandad juvenil creada en 2012. Este año, 105 niños han acompañado a esta talla. Tras ella, toda la expresividad de Hernández Navarro en La Flagelación, obra de 1994, que relata el momento en el que un sayón romano hiere con gran sufrimiento a un Jesús elegante y majestuoso que no se deja ganar por el dolor. Lo ha portado 36 nazarenos estantes.
Jesús ante Pilatos de Antonio Labaña (1991), llevada por 32 estantes, ha sufrido una pequeña modificación. Pilatos, hasta ahora figura de vestir, ha recibido, «con gran esfuerzo», el modelaje de sus ropas. La razón es estética, pues la cofradía consideró que la talla lucía mejor así. Jesús sigue con sus ropas habituales, túnica blanca y capa encarnada y con su rostro triste, dramático, lleno de dolor.
En cuarto lugar ha procesionado una de las tallas más veneradas entre la devoción murciana. Jesús del Gran Poder, obra atribuida a Nicolás de Bussy y que custodian las Madres Capuchinas del Malecón. Su traslado fue el pasado miércoles y congregó a cientos de personas. Es popularmente conocido como 'Cristo de los Toreros', porque es costumbre que diestros y periodistas porten el trono, de 900 kilos, que requiere los hombros de 34 nazarenos. Tras él, el Encuentro Camino del Calvario, una obra que recrea el momento en que la Verónica le seca el rostro a un Jesucristo a punto de desfallecer. La Verónica, obra de Gregorio Hernández Henarejos, está inspirada en la talla de Salzillo, con un semblante bello y delicadas y finas facciones. Tras ella, San Juan, obra del mismo autor, del año 2001, que lo muestra en movimientos, a punto de emprender la marcha.
Salzillo ha cerrado la procesión. Primero, la Virgen de los Dolores, una madre a los pies de su hijo crucificado, con el corazón desgarrado por el dolor, representado por una daga clavada en el pecho. Tras ella, el Cristo del Amparo, Jesús Crucificado, también obra de Salzillo, que presenta belleza en sus facciones y placidez por la muerte reciente.
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