Sirvió hasta el siglo XVII para el acceso de los peregrinos, como el Rey Fernando el Católico, a la basílica santuario
30.01.10 - 00:36 -
JUAN F. ROBLES/ La Verdad
Contra todo pronóstico. Las obras para ampliar la zona de aseos en la explanada del Castillo, junto al acceso principal de la muralla, han provocado un hallazgo arqueológico que obligará a replantear toda la bibliografía sobre la estructura y organización de la fortaleza caravaqueña. ¿Casualidad o destino? Lo cierto es que a pocos días del comienzo del Año Santo 2010, se ha descubierto la primitiva puerta de acceso al recinto amurallado en cuyo interior se levanta la Basílica Santuario de la Vera Cruz. Por esta puerta entraron los peregrinos y los personajes más destacados que visitaron el lugar desde la Edad Media hasta el siglo XVII.
El alcalde, Domingo Aranda; el director general de Bellas Artes, Enrique Ujaldón, y el director de los museos de Caravaca Jubilar, Indalecio Pozo, desvelaron ayer el hallazgo junto al arquitecto de las obras, Juan Francisco Navarro, y la arqueóloga Silvia Martínez. Aranda y Ujaldón manifestaron que en las próximas semanas los arqueólogos continuarán con el trabajo de campo para la consolidación y estudio de los restos.
Entre ellos hay tramos de las antiguas murallas del castillo, erigidas en la época medieval, y la puerta monumental que daba acceso al castillo de Caravaca, lo que obliga a replantear la cronología de la portada actual y a revisar toda la bibliografía sobre la estructura y organización del castillo hasta bien entrado el siglo XVIII.
Técnicos y políticos aclararon que precisamente se optó por ampliar los aseos en este lugar, desechando otras posibles ubicaciones, porque en el análisis de la documentación disponible no existía ningún indicio que permitiera presagiar que podría haber restos. Pozo explicó que «el hueco de la puerta interior que se ha localizado se encontraba tabicado y oculto completamente en un nivel inferior al de la explanada y, por tanto, resultaba imposible llegar a su interior sin excavar». Según los datos, la actual puerta de acceso al Castillo se abrió en 1616 para la entrada de los bueyes que portaban los materiales necesarios para la ejecución de la obra de nuevo templo de la Santa Cruz.
«Durante algunos años de la primera mitad del siglo XVIII las descripciones del Castillo mencionan ambas puertas, pero siempre dicen que la primera puerta conforme se subía al castillo, o sea la de la torre, estaba cerrada por una reja de madera y dentro había una imagen del Cristo del Milagro, tratándose de una especie de capilla. Es muy probable que el culto de esa ermita se eliminara durante la Guerra de la Independencia o las Guerras Carlistas. Más tarde, con la Peregrinación Nacional de 1907, la ermita y las estancias anexas se utilizaron como albergue o asilo de peregrinos», explicó Pozo.
Según los informes elaborados, se podría afirmar que por la puerta ahora descubierta accedieron al castillo los peregrinos y todos los personajes importantes que visitaron el lugar hasta el siglo XVII, como el infante don Enrique, o el propio rey Fernando el Católico cuando, de vuelta de la toma de Huéscar en el verano de 1488, pasó por Caravaca y fue a adorar a la Vera Cruz, donando una lámpara para la reliquia cuya pieza, refundida en 1781, aún se conserva.
30.01.10 - 00:36 -
JUAN F. ROBLES/ La Verdad
Contra todo pronóstico. Las obras para ampliar la zona de aseos en la explanada del Castillo, junto al acceso principal de la muralla, han provocado un hallazgo arqueológico que obligará a replantear toda la bibliografía sobre la estructura y organización de la fortaleza caravaqueña. ¿Casualidad o destino? Lo cierto es que a pocos días del comienzo del Año Santo 2010, se ha descubierto la primitiva puerta de acceso al recinto amurallado en cuyo interior se levanta la Basílica Santuario de la Vera Cruz. Por esta puerta entraron los peregrinos y los personajes más destacados que visitaron el lugar desde la Edad Media hasta el siglo XVII.
El alcalde, Domingo Aranda; el director general de Bellas Artes, Enrique Ujaldón, y el director de los museos de Caravaca Jubilar, Indalecio Pozo, desvelaron ayer el hallazgo junto al arquitecto de las obras, Juan Francisco Navarro, y la arqueóloga Silvia Martínez. Aranda y Ujaldón manifestaron que en las próximas semanas los arqueólogos continuarán con el trabajo de campo para la consolidación y estudio de los restos.
Entre ellos hay tramos de las antiguas murallas del castillo, erigidas en la época medieval, y la puerta monumental que daba acceso al castillo de Caravaca, lo que obliga a replantear la cronología de la portada actual y a revisar toda la bibliografía sobre la estructura y organización del castillo hasta bien entrado el siglo XVIII.
Técnicos y políticos aclararon que precisamente se optó por ampliar los aseos en este lugar, desechando otras posibles ubicaciones, porque en el análisis de la documentación disponible no existía ningún indicio que permitiera presagiar que podría haber restos. Pozo explicó que «el hueco de la puerta interior que se ha localizado se encontraba tabicado y oculto completamente en un nivel inferior al de la explanada y, por tanto, resultaba imposible llegar a su interior sin excavar». Según los datos, la actual puerta de acceso al Castillo se abrió en 1616 para la entrada de los bueyes que portaban los materiales necesarios para la ejecución de la obra de nuevo templo de la Santa Cruz.
«Durante algunos años de la primera mitad del siglo XVIII las descripciones del Castillo mencionan ambas puertas, pero siempre dicen que la primera puerta conforme se subía al castillo, o sea la de la torre, estaba cerrada por una reja de madera y dentro había una imagen del Cristo del Milagro, tratándose de una especie de capilla. Es muy probable que el culto de esa ermita se eliminara durante la Guerra de la Independencia o las Guerras Carlistas. Más tarde, con la Peregrinación Nacional de 1907, la ermita y las estancias anexas se utilizaron como albergue o asilo de peregrinos», explicó Pozo.
Según los informes elaborados, se podría afirmar que por la puerta ahora descubierta accedieron al castillo los peregrinos y todos los personajes importantes que visitaron el lugar hasta el siglo XVII, como el infante don Enrique, o el propio rey Fernando el Católico cuando, de vuelta de la toma de Huéscar en el verano de 1488, pasó por Caravaca y fue a adorar a la Vera Cruz, donando una lámpara para la reliquia cuya pieza, refundida en 1781, aún se conserva.
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