CARM
Las obras incluyen el asfaltado y la remodelación de las curvas, lo que aumentará la seguridad vial y facilitará los desplazamientos
La actuación respeta el paso de la vía pecuaria Colada de la Cuesta de Ricote y permite la integración total con el entorno
El director general de Carreteras, José Guijarro, acompañado por el alcalde de Abarán, Antonio Gómez, colocó hoy la primera piedra de las obras de acondicionamiento de la carretera que conecta Blanca con Abarán, la RM-B17, que permitirá agilizar las comunicaciones entre ambos municipios. Los trabajos de mejora de la vía consistirán principalmente en el asfaltado y modificación de los radios de algunas curvas, lo que proporcionará a los conductores una circulación más cómoda y segura.
Las obras respetarán el paso de la vía pecuaria Colada de la Cuesta de Ricote, que se sitúa junto a la carretera, de modo que se conseguirá una integración total de la actuación con el entorno. La Dirección General de Carreteras instalará también nueva señalización para facilitar la localización de este camino, que sirve de tránsito para senderistas, ciclistas y paso de ganado.
El director general de Carreteras destacó que “a través de las obras que hoy se inician se conseguirá aumentar la seguridad vial y se proporcionará a los conductores desplazamientos más cómodos y ágiles en todo su trazado, mejorando así las comunicaciones entre los municipios de Blanca y Abarán, una carretera por la que circulan cerca de 340.000 vehículos al año”.
Esta actuación supone una inversión de 233.160 euros e incluye el asfaltado de la vía para aumentar su durabilidad y mejorar sus prestaciones, la mejora de los radios de algunas curvas y la construcción de una red de drenaje para eliminar las aguas procedentes de manantiales que afectan al pavimento.
También está prevista la limpieza y acondicionamiento de cunetas, la construcción de accesos a propiedades colindantes, la colocación de barandillas y bordillos de protección, así como la renovación de las señales horizontales, verticales y de balizamiento.
José Guijarro subrayó por último que “está actuación, que tiene un plazo de ejecución de cuatro meses, se incluye dentro del Plan de Seguridad Vial de la Dirección General de Carreteras, que prevé la mejora de numerosos tramos de los más de 3.000 kilómetros de carreteras que integran la Red de la Comunidad Autónoma”.
Las obras incluyen el asfaltado y la remodelación de las curvas, lo que aumentará la seguridad vial y facilitará los desplazamientos
La actuación respeta el paso de la vía pecuaria Colada de la Cuesta de Ricote y permite la integración total con el entorno
El director general de Carreteras, José Guijarro, acompañado por el alcalde de Abarán, Antonio Gómez, colocó hoy la primera piedra de las obras de acondicionamiento de la carretera que conecta Blanca con Abarán, la RM-B17, que permitirá agilizar las comunicaciones entre ambos municipios. Los trabajos de mejora de la vía consistirán principalmente en el asfaltado y modificación de los radios de algunas curvas, lo que proporcionará a los conductores una circulación más cómoda y segura.
Las obras respetarán el paso de la vía pecuaria Colada de la Cuesta de Ricote, que se sitúa junto a la carretera, de modo que se conseguirá una integración total de la actuación con el entorno. La Dirección General de Carreteras instalará también nueva señalización para facilitar la localización de este camino, que sirve de tránsito para senderistas, ciclistas y paso de ganado.
El director general de Carreteras destacó que “a través de las obras que hoy se inician se conseguirá aumentar la seguridad vial y se proporcionará a los conductores desplazamientos más cómodos y ágiles en todo su trazado, mejorando así las comunicaciones entre los municipios de Blanca y Abarán, una carretera por la que circulan cerca de 340.000 vehículos al año”.
Esta actuación supone una inversión de 233.160 euros e incluye el asfaltado de la vía para aumentar su durabilidad y mejorar sus prestaciones, la mejora de los radios de algunas curvas y la construcción de una red de drenaje para eliminar las aguas procedentes de manantiales que afectan al pavimento.
También está prevista la limpieza y acondicionamiento de cunetas, la construcción de accesos a propiedades colindantes, la colocación de barandillas y bordillos de protección, así como la renovación de las señales horizontales, verticales y de balizamiento.
José Guijarro subrayó por último que “está actuación, que tiene un plazo de ejecución de cuatro meses, se incluye dentro del Plan de Seguridad Vial de la Dirección General de Carreteras, que prevé la mejora de numerosos tramos de los más de 3.000 kilómetros de carreteras que integran la Red de la Comunidad Autónoma”.
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