Los productores están preocupados por la competencia de países latinoamericanos y adelantan que si no es rentable cultivar, habrá que apostar por otras plantaciones y buscar alternativas
La Opinión
FRANCISCO GÓMEZ. Productores de alcachofa del Valle del Guadalentín participan estos días en un congreso internacional que se celebra en Francia con el fin de obtener fórmulas que permitan la continuidad de la producción en la Región, ante la creciente competencia que se está registrando por parte, sobre todo, de países latinoamericanos, donde no se pagan aranceles y donde el coste de producción es mucho barato. Así lo confirmó el presidente de la cooperativa agraria Alimer y de la Comunidad de Regantes de Lorca, Manuel Soler Miras, quien añadió que mediados de julio habrá otra expedición a Perú con el mismo objetivo.
La producción de alcachofa en la Región de Murcia ha llegado a alcanzar en otros tiempos los 120 millones de kilos por temporada, cultivados en unas 8.000 hectáreas de terreno, concentradas en su mayor parte en la comarca del Guadalentín. En la actualidad, según el presidente de Alimer, la cifra se reduce a la mitad. Los precios en la campaña que ahora termina "no han sido rentables para los productores ni tampoco para los fabricantes, con lo cual están dando pérdidas tanto a los agricultores como a los industriales".
Dada la situación que se vive y con la intención de que el producto no desaparezca como en su día ocurrió con el pimiento de bola para pimentón o con el algodón, es por lo que los productores murcianos han decidido emprender una serie de acciones encaminadas, al menos, a que el producto se mantenga unos años más.
Según Soler, "estamos preocupados por el futuro de este producto por el que en su momento apostamos fuerte porque se adapta a las explotaciones familiares, aunque cada día se hace más difícil continuar con él".
El problema, según Soler, "es la deslocalización del cultivo y la industria conservera, pues aquellos paises de economía más baja, como puede ser Perú, Chile, Brasil, Egipto o China, es donde más crece el cultivo y, sin embargo, en España, Francia o Italia cada vez se produce menos y se empieza a perder dinero".
Todo ello, según Soler, "es lo que hace que estemos preocupados y que vayamos a estos congresos a aprender y averiguar cuáles son las tendencias y, si al final comprobamos que es imposible mantener el producto, habrá que apostar por otros".
La Opinión
FRANCISCO GÓMEZ. Productores de alcachofa del Valle del Guadalentín participan estos días en un congreso internacional que se celebra en Francia con el fin de obtener fórmulas que permitan la continuidad de la producción en la Región, ante la creciente competencia que se está registrando por parte, sobre todo, de países latinoamericanos, donde no se pagan aranceles y donde el coste de producción es mucho barato. Así lo confirmó el presidente de la cooperativa agraria Alimer y de la Comunidad de Regantes de Lorca, Manuel Soler Miras, quien añadió que mediados de julio habrá otra expedición a Perú con el mismo objetivo.
La producción de alcachofa en la Región de Murcia ha llegado a alcanzar en otros tiempos los 120 millones de kilos por temporada, cultivados en unas 8.000 hectáreas de terreno, concentradas en su mayor parte en la comarca del Guadalentín. En la actualidad, según el presidente de Alimer, la cifra se reduce a la mitad. Los precios en la campaña que ahora termina "no han sido rentables para los productores ni tampoco para los fabricantes, con lo cual están dando pérdidas tanto a los agricultores como a los industriales".
Dada la situación que se vive y con la intención de que el producto no desaparezca como en su día ocurrió con el pimiento de bola para pimentón o con el algodón, es por lo que los productores murcianos han decidido emprender una serie de acciones encaminadas, al menos, a que el producto se mantenga unos años más.
Según Soler, "estamos preocupados por el futuro de este producto por el que en su momento apostamos fuerte porque se adapta a las explotaciones familiares, aunque cada día se hace más difícil continuar con él".
El problema, según Soler, "es la deslocalización del cultivo y la industria conservera, pues aquellos paises de economía más baja, como puede ser Perú, Chile, Brasil, Egipto o China, es donde más crece el cultivo y, sin embargo, en España, Francia o Italia cada vez se produce menos y se empieza a perder dinero".
Todo ello, según Soler, "es lo que hace que estemos preocupados y que vayamos a estos congresos a aprender y averiguar cuáles son las tendencias y, si al final comprobamos que es imposible mantener el producto, habrá que apostar por otros".
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