La Junta retocará sus normas para no tener que pagar destrozos provocados en sus cauces por terceros
15.03.13 - 00:58 -
MANUEL MADRID | MURCIA./ La Verdad
La Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia ha enviado a la Agencia Regional de Recaudación un fichero con recibos impagados para intentar cobrar, por la vía ejecutiva (embargo de bienes), en torno a 200.000 euros. Esta es la deuda contraída por 2.000 regantes que no han abonado en tiempo y forma sus cuotas anuales. Así lo anunció ayer el abogado de la Junta, Juan Jesús Sánchez, durante el Juntamento General, celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, donde se aprobó por mayoría la creación de una comisión para la reforma de los estatutos de la institución, que datan de 1849.
El presidente de la Junta, Sigifredo Hernández, rubricó en enero de 2012 un convenio con la Consejería de Economía y Hacienda para la gestión y recaudación de sus derechos económicos -deudas, cuotas y otros ingresos pendientes de cobro, por la vía ejecutiva-. Los asociados pagan por tahúlla -1.118 metros cuadrados- en torno a 20,92 euros al año, que incluyen los gastos generales de mantenimiento de la Junta y los gastos derivados de las mondas de las acequias mayores de Aljufía y Barreras.
La Junta de Hacendados puede exigir el importe de las deudas por la vía administrativa de apremio por gastos derivados de conservación, limpiezas y mejoras, pudiendo prohibir el uso del agua si no son satisfechas.
Esta pasivo de 200.000 euros no es solo de impagos de 2012, sino de los últimos cuatro años. Por encima de ese plazo prescriben. Cuando se firmó el convenio con Hacienda, el censo de la Junta contaba con 22.420 regantes y las deudas superaban los 782.000 euros. Con la actualización del padrón, ahora hay 21.000 regantes, por lo que en el plazo de dos años un millar y medio se han dado de baja.
El presidente de los Hacendados recordó durante su intervención que en junio volverá a convocarse otro Juntamento extraordinario para renovar la vicepresidencia y dos vocalías por cada acequia mayor de la comisión representativa. Con el cuerpo ya hecho a los disgustos por las críticas de la Asociación para la Conservación de la Huerta (Huermur), Sigifredo Hernández aprovechó para negar que la Junta esté en bancarrota. «Es absolutamente falso», insistió, mientras miembros de Huermur le pedían que hiciera públicas las cuentas y que presentara facturas y justificantes de 1,2 millones de gastos del ejercicio pasado.
«Me trago muchas mentiras»
«Cada vez que se acerca un Juntamento -prosiguió Sigifredo- este movimiento callejero enciende el ventilador y me tengo que tragar toda clase de mentiras, infamias y embustes». Sobre la querella presentada por Huermur contra él y varios procuradores por la cesión de cauces a constructores a precios «ridículos», Sigifredo afirmó que el hecho de que la juez haya citado a declarar a seis promotores y representantes de juntas de compensación, como adelantó 'La Verdad', es una garantía para el proceso. «Estoy tranquilo con que les hayan llamado para que saquen algún 'recibico'. No me preocupa, en absoluto. Al contrario, me complace y avala nuestra gestión. Pero que digan que alguien se ha quedado con las perras y hay una doble contabilidad, pues por ahí ya no paso. Ahora seré yo quien se querelle contra los difamadores, esos que cuando no tienen nada que hacer matan moscas con el rabo».
«Nos sentimos acosados»
El máximo representante de los Hacendados avanzó que la decisión de reformar las Ordenanzas y Costumbres de la Huerta, de 1849, se debe al interés en preservar y reforzar los derechos de la Junta frente a terceros. «Nos sentimos acosados», mencionó Sigifredo, «porque el Ayuntamiento, la Comunidad, Aguas de Murcia y muchos promotores han realizado obras en cauces y quijeros, socavando nuestras acequias, echando vertidos y aguas de pluviales que nos han obligado a actuar a nosotros cuando somos los perjudicados por ello».
Varios hacendados intervinieron en el tiempo de ruegos. Pilar, una joven de Santo Ángel, pidió que se destinara una parte del presupuesto a la formación; un veterano, Juan, denunció que la acequia de Zeneta estaba taponada; y un huertano descontento, José Pérez Nicolás, se plantó delante de Sigifredo para decirle que ya no estaba en edad de ejercer. El presidente de la Junta le respondió que «se esté o no en condiciones, se acaba de elegir un Papa de mi edad, que no va a gobernar algo pequeño como la Huerta, sino el territorio mundial».
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