A. Salas/ La Verdad
Restos de hormigón, ladrillos, bolsas de yeso, palés, plásticos de ladrillos y mallas son algunos de los desechos que los grupos de voluntarios han extraído de los fondos marinos en la costa de La Manga durante las últimas limpiezas en el Mar Menor y en el Mediterráneo
Organizadas por la Escuela de Buceo Balkysub, cuadrillas de voluntarios han limpiado los fondos, parte con equipos de buceo y parte desde las orillas, del Mar Menor y del Mediterráneo cada cuatro meses desde hace tras años. «Estaba terrible y cada vez se encuentra mejor», afirma David Balcázar, de la Escuela de Buceo.
Durante las limpiezas del año pasado, la mayor parte de la basura que encontraron estaba compuesta por desechos de la construcción, que se mezclan en el mar con residuos que arrojan los bañistas o los propietarios de embarcaciones, como latas, plásticos o ropa. Han encontrado también bicicletas, lavabos, sanitarios o juguetes con los que tiene que convivir la fauna marina. En total, más de 600 kilos de basura extraída sólo de una parte de la costa de La Manga cada cuatro meses. «Mucha gente cree que al mar se puede tirar todo porque no se ve», afirma Balcázar. Tras cada limpieza, elaboran un informe que identifica el origen de cada residuo y su cantidad.
Hoy volverán a meterse al mar para hacer zafarrancho, pero esta vez con la colaboración del Ayuntamiento de San Javier y setenta voluntarios.
Restos de hormigón, ladrillos, bolsas de yeso, palés, plásticos de ladrillos y mallas son algunos de los desechos que los grupos de voluntarios han extraído de los fondos marinos en la costa de La Manga durante las últimas limpiezas en el Mar Menor y en el Mediterráneo
Organizadas por la Escuela de Buceo Balkysub, cuadrillas de voluntarios han limpiado los fondos, parte con equipos de buceo y parte desde las orillas, del Mar Menor y del Mediterráneo cada cuatro meses desde hace tras años. «Estaba terrible y cada vez se encuentra mejor», afirma David Balcázar, de la Escuela de Buceo.
Durante las limpiezas del año pasado, la mayor parte de la basura que encontraron estaba compuesta por desechos de la construcción, que se mezclan en el mar con residuos que arrojan los bañistas o los propietarios de embarcaciones, como latas, plásticos o ropa. Han encontrado también bicicletas, lavabos, sanitarios o juguetes con los que tiene que convivir la fauna marina. En total, más de 600 kilos de basura extraída sólo de una parte de la costa de La Manga cada cuatro meses. «Mucha gente cree que al mar se puede tirar todo porque no se ve», afirma Balcázar. Tras cada limpieza, elaboran un informe que identifica el origen de cada residuo y su cantidad.
Hoy volverán a meterse al mar para hacer zafarrancho, pero esta vez con la colaboración del Ayuntamiento de San Javier y setenta voluntarios.
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