La Verdad
Un 30 de mayo de 1944, en el popular barrio de Santiago el Mayor, nacía D. Enrique Almagro Martínez, que cumplirá mañana 65 años. De su madre, comerciante, heredó el espíritu emprendedor que se exige para ser el buen empresario que siempre ha sido y de su padre, ferroviario, la paciencia que tambien requiere su profesión, ligada practicamente desde siempre a la fabricación de valvulería y accesorios para agua y regadío.
Sin embargo, sus comienzos se remontan a la transtienda de una pequeña droguería que su madre regentaba y en la que, día a día, se fue impregnando de ese espíritu comercial que ha marcado su vida profesional
Por este motivo, no se puede decir que Enrique Almagro empezara a trabajar a una edad exacta, ya que crecer en una familia donde existía un negocio familiar hace que en sus recuerdos se mezclen sabiamente sus labores en la tienda con los juegos y partidos de fútbol en los que participaba con sus amigos del barrio.
Sin embargo, hay una cualidad que desde esa temprana edad comenzó a diferenciar a Enrique Almagro: su capacidad de trabajo y dedicación al mismo, dos valores que se convirtieron en señas de identidad a lo largo de su vida profesional. De hecho, con tan sólo 14 años, era capaz de compaginar de una forma natural sus tareas escolares y las propias de la tienda materna con otros trabajos que realizaba a sus vecinos y comerciantes de la zona. Con este bagaje, Enrique Alamagro fue creciendo como persona y como empresario.
El 16 de septiembre de 1967 contraía matrimonio con María Dolores Murcia. Fruto de esa unión son sus tres hijos: Enrique, Juan Ignacio y Alejandro. Prácticamente desde ese mismo año hasta 1997 ejercería su profesión en la misma compañía, mientras en sus ratos libres llevaba la administración de otras empresas
Su carácter emprendedor le llevó en 1997 a fundar el Grupo Almagromur, aprovechando toda la experiencia y el conocimiento sobre el sector de la fabricación de valvulería y accesorios de agua que había adquirido en ese tiempo y el valor añadido de la juventud que aportaban sus hijos.
El Grupo Almagromur nació con vocación de ser una pequeña empresa familiar de ámbito nacional, 6.000 euros de capital social, 1.000 metros cuadrados de instalaciones y seis personas en su plantilla. Así nació una empresa que ha acabado convirtiéndose en referencia en el sector gracias al tesón de Enrique Almagro y la energía con la que siempre impregna todo lo que hace.
Actualmente, el Grupo Almagromur posee un capital social de 500.000 euros, 9.000 metros cuadrados en instalaciones, 30 personas en plantilla y hasta una empresa filial, Conduplas S.L. La facturación anual de las empresas del grupo supera ya los 10 millones de euros, con un segmento del mercado internacionalizado que incluye además de Europa, África, Sudamérica y Asia.
Esta proyección internacional se ejemplifica con los 25.000 metros cuadrados de instalaciones que su filial posee en Qingdao, donde se centralizan todos los productos para pasar los diferentes controles de calidad. Es normal que con estos argumentos de peso, el Grupo Almagromur se haya erigido en una de las empresas punteras del sector a nivel nacional.
El Grupo Almagromur también patenta una Joint-Ventura con una de las principales empresas asiáticas en el sector de la metalurgia, por el cual se creó un laboratorio de I+D conjunto a través del cual se han conseguido aportar nuevos productos y mejorar los ya existentes en el sector del regadío, principalmente para conducciones de aguas en obra pública.
Por su dedicación, empeñada labor profesional y una trayectoria intachable el Grupo Almagromur quiere dar las gracias y felicitar a Enrique Almagro, un gerente que ha logrado hacer su sueño realidad y con él el de todos los que han tenido el placer de trabajar a su lado.
Sirva esta información de merecido homenaje a un hombre que no ha dejado de crecer profesionalmente y ha dejado un legado que sus hijos cuidarán como oro en paño, como la sabiduría, cordura y equilibrio que siempre han regido su trayectoria.
Enrique Almagro será homenajeado por los suyos en una cena que se celebrará esta noche en el restaurante Orenes (Llano de Brujas) con motivo de su bien ganada jubilación.
Un 30 de mayo de 1944, en el popular barrio de Santiago el Mayor, nacía D. Enrique Almagro Martínez, que cumplirá mañana 65 años. De su madre, comerciante, heredó el espíritu emprendedor que se exige para ser el buen empresario que siempre ha sido y de su padre, ferroviario, la paciencia que tambien requiere su profesión, ligada practicamente desde siempre a la fabricación de valvulería y accesorios para agua y regadío.
Sin embargo, sus comienzos se remontan a la transtienda de una pequeña droguería que su madre regentaba y en la que, día a día, se fue impregnando de ese espíritu comercial que ha marcado su vida profesional
Por este motivo, no se puede decir que Enrique Almagro empezara a trabajar a una edad exacta, ya que crecer en una familia donde existía un negocio familiar hace que en sus recuerdos se mezclen sabiamente sus labores en la tienda con los juegos y partidos de fútbol en los que participaba con sus amigos del barrio.
Sin embargo, hay una cualidad que desde esa temprana edad comenzó a diferenciar a Enrique Almagro: su capacidad de trabajo y dedicación al mismo, dos valores que se convirtieron en señas de identidad a lo largo de su vida profesional. De hecho, con tan sólo 14 años, era capaz de compaginar de una forma natural sus tareas escolares y las propias de la tienda materna con otros trabajos que realizaba a sus vecinos y comerciantes de la zona. Con este bagaje, Enrique Alamagro fue creciendo como persona y como empresario.
El 16 de septiembre de 1967 contraía matrimonio con María Dolores Murcia. Fruto de esa unión son sus tres hijos: Enrique, Juan Ignacio y Alejandro. Prácticamente desde ese mismo año hasta 1997 ejercería su profesión en la misma compañía, mientras en sus ratos libres llevaba la administración de otras empresas
Su carácter emprendedor le llevó en 1997 a fundar el Grupo Almagromur, aprovechando toda la experiencia y el conocimiento sobre el sector de la fabricación de valvulería y accesorios de agua que había adquirido en ese tiempo y el valor añadido de la juventud que aportaban sus hijos.
El Grupo Almagromur nació con vocación de ser una pequeña empresa familiar de ámbito nacional, 6.000 euros de capital social, 1.000 metros cuadrados de instalaciones y seis personas en su plantilla. Así nació una empresa que ha acabado convirtiéndose en referencia en el sector gracias al tesón de Enrique Almagro y la energía con la que siempre impregna todo lo que hace.
Actualmente, el Grupo Almagromur posee un capital social de 500.000 euros, 9.000 metros cuadrados en instalaciones, 30 personas en plantilla y hasta una empresa filial, Conduplas S.L. La facturación anual de las empresas del grupo supera ya los 10 millones de euros, con un segmento del mercado internacionalizado que incluye además de Europa, África, Sudamérica y Asia.
Esta proyección internacional se ejemplifica con los 25.000 metros cuadrados de instalaciones que su filial posee en Qingdao, donde se centralizan todos los productos para pasar los diferentes controles de calidad. Es normal que con estos argumentos de peso, el Grupo Almagromur se haya erigido en una de las empresas punteras del sector a nivel nacional.
El Grupo Almagromur también patenta una Joint-Ventura con una de las principales empresas asiáticas en el sector de la metalurgia, por el cual se creó un laboratorio de I+D conjunto a través del cual se han conseguido aportar nuevos productos y mejorar los ya existentes en el sector del regadío, principalmente para conducciones de aguas en obra pública.
Por su dedicación, empeñada labor profesional y una trayectoria intachable el Grupo Almagromur quiere dar las gracias y felicitar a Enrique Almagro, un gerente que ha logrado hacer su sueño realidad y con él el de todos los que han tenido el placer de trabajar a su lado.
Sirva esta información de merecido homenaje a un hombre que no ha dejado de crecer profesionalmente y ha dejado un legado que sus hijos cuidarán como oro en paño, como la sabiduría, cordura y equilibrio que siempre han regido su trayectoria.
Enrique Almagro será homenajeado por los suyos en una cena que se celebrará esta noche en el restaurante Orenes (Llano de Brujas) con motivo de su bien ganada jubilación.
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