Una mesa redonda convocada por Huermur puso de manifiesto, el pasado martes, la problemática que atraviesan los restos árabes hallados en el jardín de San Esteban. En ella participaron nueve organizaciones que expusieron su punto de vista sobre el futuro del yacimiento. La mayoría coincidieron en una cosa, el entierro es el olvido. Solo UPyD, a través del concejal Rubén Juan Serna, apuesta por eso, pero con matices. «Nosotros queremos que se entierren los restos para protegerlos y solo hasta que al frente del Gobierno regional y del Ayuntamiento de Murcia esté un partido que apueste por la conservación y el mantenimiento de nuestra historia»
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Opción que rechazan de plano otros partidos de la oposición, como Izquierda Unida y PSOE, quienes abogan por actuaciones concretas que se pongan en marcha de inmediato. «Estamos ante una falta total de iniciativa por parte de las administraciones que pueden actuar. Lo más importante es tener visión política de hacia donde se quiere llegar», dijo Esther Herguedas, concejal de IU-V en el Ayuntamiento. «Esto es una oportunidad para el turismo de la ciudad, no podemos esperar a que todo lo solucione el ladrillo», declaró Pedro López, del PSOE.
Falta de presupuesto
Uno de los problemas que plantea la Administración para acometer las actuaciones de puesta en valor y funcionamiento del yacimiento es el presupuesto. La crisis no le sirve de excusa a ninguno de los ponentes que expusieron sus argumentos en el salón de actos del Moneo. De hecho, todos, de una u otra forma, aseguraron que el proyecto es viable y se puede acometer de manera fraccionada para poder dividir el coste en varios presupuestos. Antonio García Herrero, decano del Colegio de Arquitectos, puso de ejemplo el Teatro Romano de Cartagena, cuyas obras culminaron veinte años después de su descubrimiento. «¿Por qué no pensar en algo parecido para Murcia? La crisis económica no puede significar una crisis de ideas».
García Herrero instó, además, a las autoridades a que busquen el dinero «donde esté, eso los políticos saben hacerlo», argumentando la urgencia de entrar en la segunda fase del concurso de ideas, que ya preseleccionó seis proyectos y que pasa por la puesta en marcha de uno de ellos. «Esto no vale dinero, si lo hay para asesores lo hay para San Esteban», declaró Juan Bosch, portavoz de la Asociación de Amigos del Yacimiento de San Esteban, quien lamentó que, hoy por hoy, «Murcia no tiene nada que nos identifique internacionalmente».
El futuro, la conservación del patrimonio, la recuperación histórica de la ciudad, la puesta en valor de la arqueología con fin turístico o la enmienda de errores pasados cometidos en otros restos hallados en la ciudad fueron otros argumentos que usaron los ponentes para dejar patente la urgencia de acometer las obras en el yacimiento. «Se está haciendo una operación de borrado que consiste en dejar las cosas como están. Tenemos que devolver a la ciudad su espacio cultural», dijo Patricio Hernández, de Foro Ciudadano.
Huermur, la asociación convocante de la mesa redonda, presentó en el acto un decálogo de diez puntos elaborado por una mesa de trabajo con el fin de plantear un proyecto alternativo elaborado por profesionales para sacar a San Esteban del olvido. Reconocen que no son tiempos para acometer grandes proyectos por lo que plantean un cubrimiento ligero, en altura y por fases para poder conservar unos restos mientras se trabaja en otros. La protección que propone Huermur pasa por un soterramiento que deje pasar la luz y que permita observar el trabajo que van desarrollando los arqueólogos y demás técnicos. «Proponemos enterrar para proteger, no de forma completa, solo una parte para poder empezar a trabajar en otra, poco a poco, por fases. De esta forma tendríamos un yacimiento 'Abierto por obras', en el que podemos ver una parte muy interesante del proyecto que es la excavación», planteó José Antonio Moreno, portavoz de Huermur. La propuesta pasa también por la ampliación de los trabajos a los aledaños de San Esteban, de forma que se pueda configurar un área de estudio medieval poniendo en valor acequias y otros vestigios de la etapa árabe de la ciudad como es la Contraparada o los restos de Monteagudo. «De esta forma podemos unificar el casco histórico».
Además, el decálogo recomendaba establecer una serie de medios de difusión para dar a conocer a la ciudadanía la historia de la ciudad. «Un recurso del siglo XII para una ciudad del siglo XXI», argumentó Moreno. Esta propuesta recibió el aplauso de los asistentes y los ponentes. Tras las exposiciones, se abrió un debate en el que los asistentes pudieron aportar sus ideas. Muchos participaron en las movilizaciones de 2009 y manifestaron su intención de volver a hacerlo si no se toma una decisión urgente sobre el yacimiento. Al acto no acudieron ni representantes del ayuntamiento de la Comunidad Autónoma, a pesar de haber sido invitados también a participar.
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