La iniciativa pretende conseguir un ahorro de agua y fertilizantes de manera que sea compatible con una producción óptima
CARM
El cultivo de las variedades sin semillas tiende a incrementarse porque resulta rentable y genera muchos puestos de trabajo tanto en campo como en almacén
La Consejería de Agricultura y Agua, a través de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Cieza, lleva a cabo un estudio con productores de uva de mesa de este municipio para evaluar la reducción de entre el 15 y el 25 por ciento del riego y abonado, y comprobar si con ello no se ve afectada la producción y la coloración de las uvas. La iniciativa pretende conseguir, entre otras cosas, un ahorro de agua y fertilizantes de manera que sea compatible con una producción óptima.
El director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, destacó que la Oficina Comarcal de Cieza envía mensualmente más de 500 comunicaciones personalizadas a los agricultores con recomendaciones sobre fertirrigación para los diferentes cultivos, desde frutales de hueso a parral. En este sentido, resaltó "la importante labor que realizan los técnicos de las oficinas comarcales que están a pie de campo, en contacto directo con los agricultores, y atentos a sus demandas".
Es el caso de Jesús Pérez Fernández, técnico responsable del cultivo de uva de mesa en la citada OCA desde 1997, quien apuntó que se han realizado diversos estudios y ensayos en parcelas de uvas apirenas (sin semillas), que muestran que puede haber margen para reducir el riego y abonado, sin que esto suponga una merma en la producción.
Producción y variedades
La Región de Murcia cuenta con unas 5.500 hectáreas dedicadas a la producción de uva de mesa. Las principales zonas productoras son el Valle del Guadalentín y las Vegas Media y Alta. El 71 por ciento de la producción corresponde a variedades apirenas, orientadas en su mayor parte a la exportación.
Las variedades sin semillas, en general y de forma natural, tienden a producir racimos más grandes, con gran número de bayas pero con un tamaño pequeño. Cuando se introdujo el cultivo en la Región muchos agricultores, entre otras medidas de cultivo, aumentaron la cantidad de abono con el fin de incrementar el tamaño de las bayas. Sin embargo, se comprobó que el exceso de abonado provoca un mayor crecimiento vegetativo que incrementa el sombreado de las parras, lo cual influye a su vez en la coloración de las uvas. En el caso de la variedad Crimson Seedless, una de las más extendidas, si ésta no alcanza su color rojizo característico o los granos quedan parcialmente coloreados, puede depreciarse comercialmente.
El exceso de abonado propicia también el surgimiento de plagas y enfermedades. Finalmente puede provocar la contaminación de los acuíferos por el exceso de nitratos. Todo ello evidencia la necesidad de ajustar de forma óptima las cantidades de agua y abono, en función del estado fenológico, teniendo en cuenta además que el cultivo de las variedades sin semillas tiende a incrementarse porque resulta rentable y genera muchos puestos de trabajo tanto en campo como en almacén.
Empresas colaboradoras
La experiencia de reducir el riego y abonado se lleva a cabo en cinco parcelas de la variedad Crimson Seedless, pertenecientes a empresas agrícolas de la comarca. En este trabajo participa también Pedro Fernández, técnico en riegos y fertilización de la Oficina Comarcal Agraria de la Consejería en Cieza.
García Lidón concluyó que las Oficinas Comarcales Agrarias "cuentan con técnicos cualificados que asesoran con una base experimental obtenida en las zonas de la Región donde desarrollan su trabajo y son pieza fundamental en la transmisión de conocimientos y la transferencia tecnológica a los agricultores".
No hay comentarios:
Publicar un comentario