lunes, 23 de julio de 2012

CARAVACA/ Nuevas investigaciones confirman que el fuego de la Cueva Negra tiene una antigüedad de unos 800.000 años


 Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz

El yacimiento, situado en el Estrecho del Río Quípar, se convierte en referencia obligada del Pleistoceno de Europa


"La Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar es un yacimiento de referencia obligada en el Pleistoceno Antiguo de Europa", según ha anunciado hoy el profesor de Antropología Física de la Universidad de Murcia Michael J. Walker en la rueda de prensa ofrecida junto al alcalde de Caravaca, Domingo Aranda, para hacer balance de la XXXIII campaña de excavación realizada en el citado yacimiento.

Domingo Aranda ha agredido la labor desarrollada por arqueólogos, antropólogos y biólogos, dirigidos por Michael J. Walker, Mariano López y María Habel. "Durante la excavación, desarrollada del 3 al 27 de agosto, se ha recibido la visita arqueólogos e investigadores de reconocido prestigio, lo que ha consolidado a este lugar de La Encarnación en un referente internacional para el estudio de la evolución humana".
El objetivo la excavación realizada este verano, según el profesor Walker, ha cumplido con éxito. Los trabajos se han centrado fundamentalmente en ampliar el área de excavación donde aparecen los restos de este fuego, de esta manera se ha acotado la superficie expuesta de este hogar primitivo y se ha ampliado la colección tanto de industria lítica, como de restos faunísticos.
El pasado año el equipo multidisciplinar desplazado a La Encarnación descubrió restos afectados por fuego, excavados en sedimentos profundos con una antigüedad de 780.000-990.000. Asimismo, este abrigo del sureste español ha proporcionó un hacha de mano bifacial, un conjunto de utensilios paleolíticos retocados menores, dientes humanos y una fauna del Pleistoceno Antiguo reciente.
"La elevada temperatura implica la incidencia del hombre sin duda alguna. Los restos afectados, tanto óseos como de sílex, fueron excavados en situación demasiado adentro en la cueva para poder haberse sujetos a temperatura mediante invasión de un incendio forestal aleatorio", ha destacado Walker.
Es importante resaltar la excepcional antigüedad de esta evidencia del fuego en una cueva del Paleolítico europeo. Todo el relleno sedimentario de la cueva pertenece al período reciente de 990.000 - 780.000 años del Pleistoceno Antiguo (o Inferior). Las determinaciones paleomagnéticas publicadas por el catedrático y geofísico Gary Scout, del Berkeley Geochronology Center (EE.UU.) con el Dr. Lluis Gibert Beotas, de la Facultad de Geología, Universidad de Barcelona, demuestran que los 5 metros de acumulación sedimentaria tienen una antigüedad superior a 780.000.
Cuidado por el hombre, el fuego proporciona calor, muy necesario durante la noche (Cueva Negra está a 740 m sobre el nivel del mar y sometida a fuertes heladas invernales), además de espantar animales fieras. Según el antropólogo Richard Wrangham, catedrático en la Universidad de Harvard, esto ha sido fundamental en nuestra evolución, mediante la ingerencia de alimentos calentados, para agilizar la adsorción de nutrientes y aumentar la energía extraíble de la materia prima recogida y disponible para nuestro metabolismo, reduciendo, así el desperdicio de aquella: este efecto indudablemente ha contribuido a facilitar tanto la dispersión humana fuera de África en el Pleistoceno Antiguo, como la evolución cerebral por aumento cortical y del ingenio humano correspondiente.
Las especies de mamíferos fósiles excavados, especialmente los roedores, implican un período después del intervalo en el Matuyama denominado Jaramillo (1.090.000 - 990.000). El estudio en vías de realización por Antonio López Jiménez indica una gama de especies fósiles parecida a la que caracteriza la Gran Dolina de Atapuerca.
La pasada semana el goarqueólogo Diego Angelucci, junto con su doctoranda Daniela Anesin, trabajaron en la Cueva Negra para revisar la estratigrafía de la cueva y tomar nuevas muestras. Por otra parte, el viernes 20 de julio tuvo lugar la visita del célebre antropólogo británico Bernard Word, que trabaja en el Departamento de Antropología de la Universidad George Washington en Estados Unidos.
El Equipo:
La excavación arqueológica en Cueva Negra está codirigida por:
Dr. Michael J. Walker
Mariano López Martínez (arqueólogo)
Dra. María Haber Uriarte (arqueólogo)
El equipo además está compuesto por:
Antonio López Jiménez (biólogo)
Azucena Avilés Fernández (biólogo)
Juan Ortega Rodrigáñez (biólogo)
Ángel Buitrago López (biólogo)
Jesús García Torres (comunicaciones)
Voluntarios:
Esta campaña además de 4 estudiantes de arqueología de la Universidad de Murcia, ha contado con una arqueóloga de la Universidad de Nottingham (Inglaterra), una antropóloga alemana procedente de la Universidad de Georgia State (USA), una estudiante de antropología biológica en la Pennsylvania State University (USA) y un estudiante chipriota del University College de Londres (Inglaterra).

No hay comentarios: