I. Franco/ La Verdad
El pretendido ahorro que perseguía el Ayuntamiento cuando despidió el pasado mes de febrero a la orientadora municipal Verónica Martín, se ha convertido en un gasto más a anotar en el libro de cuentas de las maltrechas arcas municipales.
La sentencia dictada el pasado 27 de junio por el Juzgado de lo Social número 5 ha declarado «improcedente» el despido, condenando al Consistorio «a readmitir en su puesto a la trabajadora y enlace sindical, o abonar una indemnización de 39.902 euros, más los salarios de trámite desde la fecha del despido». Lo que supera la cantidad de 50.000 euros.
Entre las consideraciones del juez, destaca su condena a que «la carta de despido se encuentra firmada por un concejal» (refiriéndose a la 'delfina' de Lázaro Mellado, Nuria Guijarro). El magistrado señala que «el alcalde es el presidente de la Corporación Municipal y ostenta en todo caso las atribuciones de la Jefatura Superior de personal (...) pudiendo delegar el ejercicio de sus atribuciones, salvo, entre otras, el despido del personal laboral».
Ya van cuatro derrotas
Así mismo, la sentencia considera que corresponde al Pleno «la ratificación del despido del personal laboral». Extremo este que no se cumplió en el caso de la orientadora quien ha anunciado que cobrará la indemnización y presentará el recurso permitido por Ley ante el Tribunal Superior de Justicia, prosiguiendo con la reclamación de nulidad.
El Ayuntamiento, desde octubre de 2011, suma ya cuatro sentencias condenatorias por el despido de trabajadores municipales. De tal forma que lo que inicialmente se 'vendió' como una medida de ahorro, ha terminado por disparar el gasto municipal ya que estas sentencias le han costado a las arcas un total de 150.000 euros.
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