El director del centro afirma que han regresado «casi todos los internos murcianos que querían hacerlo»
12.08.11 - 00:37 - ALICIA NEGRE anegre@laverdad.es | MURCIA.
La prisión de Campos del Río vive estos meses una ajetreada actividad. El centro, lejos de entregarse al descanso veraniego, está trabajando en este momento en coordinar la llegada de nuevos internos y organizar la convivencia de los que ya habitan entre sus gruesas paredes. Hasta la fecha, más de 600 presos -concretamente, 610- cumplen condena en este centro de máxima seguridad. A partir de ahora la llegada de nuevos reos a la prisión «se irá ralentizando», según explica Nahum Álvarez, director del centro. Para finales de este año se espera que entre 800 y 850 internos ocupen la nueva cárcel.
El regreso a la Región de los presos que, debido a la saturación de la prisión de Sangonera La Verde, han tenido tradicionalmente que cumplir su condena en otras cárceles españolas, siempre ha sido una prioridad. Álvarez explica que alrededor de dos tercios de los internos que actualmente ocupan el centro, unas 400 personas, se encontraban hasta la apertura de la nueva cárcel realojados en centros de otras comunidades, principalmente Albocásser (Castellón), Villena (Alicante) o Albolote (Granada).
Esta situación hacía más complicada la relación con sus familiares y, desde Instituciones Penitenciarias, nunca se ha ocultado la preocupación por acabar con este problema. La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ya reconocía en 2009, durante una visita a las obras de Campos del Río, que Murcia era «la Región con más internos desplazados a otros centros». Con la apertura de esta nueva cárcel, esta cuestión parece haber encontrado solución. «Casi todos los internos murcianos que querían volver ya han podido hacerlo», sostiene Álvarez. Obviamente, no todos los presos han querido trasladarse al nuevo centro murciano. «Algunos ya tienen cierta estabilidad o un puesto de trabajo en los otros centros y no les interesa», razona el director de Campos del Río.
Preventivos y penados
El resto de los internos que han ingresado en estas nuevas instalaciones provienen de la otra prisión murciana, la de Sangonera La Verde. El nuevo panorama que se abre en la Región con la convivencia de dos centros penitenciarios permite una mejor organización. De esta forma, Campos del Río acogerá, por el momento, a todos los internos penados, mientras que Sangonera La Verde se especializará en albergar a aquellas personas que se encuentren en situación de prisión preventiva, a la espera de un juicio que determine si deben o no cumplir una condena en el centro.
La excepción en este modelo de organización son las mujeres, cuyo módulo ha sido trasladado por completo a Campos del Río. Las féminas, por tanto, sean penadas o preventivas, ven ya pasar los días en la nueva cárcel. En la misma situación se encuentran los internos menores de 21 años, que cuentan, según Álvarez, con un módulo específico.
El ingreso en el centro de los primeros presos está funcionando, según Álvarez, con absoluta normalidad. Aunque este periodo de aclimatación ha coincidido con el verano y, por tanto, con las vacaciones de una parte de la plantilla, el director del centro valora el trabajo de su equipo que, asegura, ha logrado que «apenas se produzcan incidencias. A partir de ahora, se llevará a cabo una fase de estabilización con la llegada de un menor número de internos, concretamente unos 200 más hasta final de año.
La nueva prisión de Campos del Río, con capacidad para 1.196 presos, dista mucho de la cárcel de Sangonera La Verde. La primera responde a un nuevo modelo de centros por los que Instituciones Penitenciarios apuesta actualmente. En éste, por ejemplo, además de una mayor amplitud de las celdas, se ha eliminado la característica torre de control que solía dominar todos los centros penitenciarios. En estas instalaciones se ha incluido, además de gimnasio, piscina, auditorio o biblioteca, unas aulas destinadas a la puesta en marcha de talleres productivos de cocina o jardinería. Con esta iniciativa, los internos pueden mantenerse ocupados, aprender un oficio y obtener unos ingresos de cara a ayudar a sus familiares y a preparar su vida para cuando disfrute la libertad.
ÚLTIMO MODELO
Murcia II. Este centro está compuesto por 16 edificios que alojan 1.008 celdas residenciales y 186 complementarias. La capacidad total del centro son 1.194 personas.
Amplias instalaciones. La prisión cuenta con gimnasio, polideportivo cubierto, frontón, biblioteca, sala de audiovisuales, auditorio, aulas y piscina.
Talleres productivos. En el centro los internos pueden participar en talleres productivos de albañilería, soldador, limpieza de muebles o pintor.
Comunicación. Cuenta con 48 locutorios, 22 salas para visitas y otras tantas habitaciones para encuentros 'vis a vis'. El edificio permite las comunicaciones de convivencia con la familia, con una duración de 4 a 6 horas y una periodicidad de 1 a 3 meses.
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