martes, 30 de agosto de 2011

MURCIA/ El ladrón troceó las dos obras de Campillo y las vendió como chatarra por 150 euros


Una chatarrería junto al cementerio de Espinardo compró, destrozadas, las obras; estaban valoradas en unos 120.000 euros 

30.08.11 - 00:47 - 
La investigación policial para lograr detener al autor o a los autores del robo de las dos esculturas de Parque Escultórico Antonio Campillo de Murcia está ya enderezada. 'La Verdad' pudo confirmar ayer que 'Saltando a la comba' y 'La danza' fueron troceadas sin miramientos tras ser sustraídas al aire libre y sin aparentes testigos y, posteriormente, vendidas al peso en una chatarrería próxima al cementerio de Nuestro Padre Jesús, en Espinardo.
La Policía Nacional sigue la pista a un hombre de nacionalidad española que el miércoles 24 de agosto, cuando faltaban dos minutos para las nueve de la mañana, se presentó con 75 kilos de chatarra sin levantar ningún tipo de sospecha entre los operarios de Recuperaciones Cano-Inglés, en el carril de Cañete, donde pesaron el metal ajenos a la historia que llevaba detrás. Según confirmaron los propios trabajadores a esta redacción, pagaron al supuesto ladrón 150 euros (dos euros por kilogramo).
«No notamos nada raro porque es que ni siquiera estábamos al tanto del robo», decían ayer los empleados. En efecto, la entrada de la mercancía robada, desfigurada por completo, destrozada adrede para que no fuera reconocida, se produjo el miércoles, cuando ni la Policía Local ni la Nacional estaban al tanto de la desaparición de las piezas. De hecho, no sería hasta el jueves, antes de anochecer, sobre las 21 horas, cuando un vecino se percató de que las peanas estaban vacías y no había rastro de estas dos 'mujeres' de Campillo.
Revisión de los registros
El viernes por la tarde, después de que fueran presentadas dos denuncias por parte de la Policía Local y de la Fundación Antonio Campillo, encargada de gestionar el legado artístico del maestro de Era Alta, los agentes empezaron a encajar las piezas del puzzle tras recibir un aviso que acabó siendo útil para la investigación. En la chatarrería de Espinardo no cuadraban las cosas. Las noticias sobre el saqueo de las obras obligaron a la empresa a revisar el registro de entrada de metal. El montón de trozos de bronce que les vendieron el miércoles les pareció sospechoso y quizás relacionado con el robo de las esculturas donadas por Campillo a la ciudad antes de su fallecimiento.
Agentes de la Policía Nacional se presentaron ayer de nuevo en la chatarrería de Espinardo para requisar el material depositado por el supuesto ladrón, que destruyó las dos obras, tasadas en 120.000 euros -60.000 euros cada una- para venderlas como chatarra por apenas 150 euros.
Tanto la Policía Nacional como la Delegación del Gobierno evitaron ayer pronunciarse sobre el hallazgo de las obras de Campillo, alegando que la investigación está abierta y que todavía, hasta la hora de cierre del periódico, no se habían producido la detención del sospechoso que se deshizo de los restos.
La reacción de los operarios de la chatarrería era ayer de incredulidad. Nadie en estas instalaciones dedicadas a la recuperación de chatarra y metales y al prensado de coches quería creer que por sus manos hubieran pasado dos obras de arte hechas añicos. «Lo que nos entregaron no eran las esculturas, sino metal sin forma. Llevaba metido hierro y había más cosas, pero estaba todo destrozado y no se identificaba ni manos, ni cabeza, ni nada. De hecho, nos dio mucha impresión que la Policía nos contara que había sido una donación del escultor y que valían más de 100.000 euros entre las dos», indicaron ayer a 'La Verdad' los empleados, que prefirieron mantenerse en el anonimato. «No nos dimos cuenta de que eran obras de arte porque es que estaba todo deforme. De todas formas, lo que nos llega aquí es todo así; aquí no entra nada nuevo».
Últimas piezas del maestro
'Saltando a la comba' y 'La danza' son dos de las últimas obras que esculpió Antonio Campillo antes de su muerte en 2009 y formaban parte de un lote de 8 esculturas que donó a Murcia para el primer parque escultórico dedicado a un artista en el municipio. Su ubicación en la avenida Príncipe de Asturias, al final de la avenida Europa, fue elegida por el maestro murciano, que también cuenta con otras obras en espacios públicos de la ciudad. Según el albacea de Campillo, Juan Pérez Ferra, Campillo estuvo trabajando en 'Saltando a la comba' hasta el final de sus días. De hecho, esta obra quedó inacabada ya que el escultor eliminó uno de los mechones del pelo pensando hacer otra cosa distinta. Una de las ocho reproducciones de esta obra está en un museo de Ucrania. Por su parte, 'La danza' era una de las favoritas del maestro del modelado, que ha legado una producción vastísima repartida en colecciones públicas y privadas. Su obsesión siempre fue la mujer huertana, sus actitudes graciosas y fuerte contextura.

No hay comentarios: