La bodega, que ya ejecutó un ERE en 2010, asegura que solo así puede garantizar su viabilidad
04.08.11 - 00:49 - La bodega Casa de la Ermita de Jumilla ha entrado en concurso de acreedores (la anterior suspensión de pagos). La fuerte caída de las ventas que lleva sufriendo la empresa desde hace ya tres años es la causa de la mala situación financiera de la popular bodega, que ya tuvo que ejecutar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en 2010. El departamento financiero de la empresa jumillana explicó ayer que la suspensión de pagos no es, en este caso, el paso previo a la quiebra o el cierre de la empresa, sino un intento por mantenerla a flote. «Hemos agotado todos los recursos anteriores. Realizamos un ERE, recortamos gastos... se ha hecho todo lo posible para evitar la suspensión de pagos, pero ahora consideramos que es la única manera de garantizar la viabilidad futura de la empresa».
Bodegas Casa de la Ermita acumula unas deudas de 10,5 millones de euros, la mayor parte a las entidades bancarias, que le reclaman nueve millones de euros. Las principales acreedoras son CAM, Banesto y Cajamar, además de otras entidades financieras. El resto se adeuda a proveedores.
El volumen de negocio de la empresa ha caído en picado en los últimos años. «El descenso de ventas es generalizado, y afecta a toda España y Europa, pero consideramos que con el concurso de acreedores podemos replantear la situación, porque seguimos pensando que la empresa es viable y nuestro único objetivo es mantenerla abierta con toda su plantilla», que tras la regulación de empleo asciende a 22 trabajadores. En los dos últimos años, Casa de La Ermita ya ha superado dos preconcursos de acreedores, lo que le ha permitido renegociar la deuda bancaria a largo plazo.
La caída de beneficios de Casa de La Ermita ha sido constante desde 2008, cuando facturó unos 5,8 millones de euros; desde entonces, su volumen de negocio se ha reducido un 43% en tres años, hasta facturar entre 3 y 3,5 millones de euros en 2010, según las cifras de la propia empresa. Casa de La Ermita nació hace doce años como una empresa familiar, pero se abrió a la entrada de nuevos socios inversores que participan en la empresa, como el fondo de inversión Portobello Capital. Tras la presentación del concurso de acreedores, la empresa sigue abierta a la incorporación de nuevos inversores que aporten capital a la firma.
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