domingo, 9 de enero de 2011

MURCIA/ La expulsión de Carles a veinte minutos del final y el gol de Jairo en el noventa impiden al equipo de Iñaki Alonso colocarse a seis puntos del segundo clasificado

REAL MURCIA-SEVILLA ATLÉTICO (1-1)
JOSÉ OTÓN , MURCIA.-
El partido entre el primer y segundo clasificado del grupo IV de Segunda B podía decidir muchas cosas en Nueva Condomina. Para empezar, una victoria del equipo de Iñaki Alonso podía dinamitar la clasificación por arriba con el equipo grana lanzado a por el ascenso. Una derrota o un empate, sin embargo, iban a congestionar la tabla e invitar al propio filial sevillista a luchar por el liderato y a los seguidores Cádiz y Ceuta
. Pero el Real Murcia, aunque no brilló, sacó la casta para llevarse un punto en un partido que tenía ya ganado y que la expulsión de Carles alteró de forma contraproducente para el equipo grana. El Real Murcia debe mejorar aspectos en su juego, reforzar el centro del campo para retener más el balón y demostrar su jerarquía desde el primer minuto.
Los primeros movimientos del Real Murcia, sin embargo, fueron prometedores. Embotelló a su rival, intentó avanzar por las bandas y asedió la portería de Jiménez. El equipo de Ramón Tejada sólo podía frenar al equipo local con faltas. El asedio se hizo efectivo en el minuto siete con una gran penetración de Pedro por la izquierda que Luna tuvo que despejar por encima del larguero. El saque de esquina desembocó en un disparo al palo de Richi y uno posterior de Aguilera que sacó un defensor sevillano en la línea de gol. Los primeros diez minutos habían dejado un gran fútbol del Real Murcia y dos ocasiones muy claras de gol. Pero el Sevilla Atlético demostró dos minutos después por medio de Luna que al contragolpe iba a intentar ganar los tres puntos. De hecho, el dominio durante los siguientes diez minutos fue sevillista.
Hasta que apareció Pedro, para tras dos jugadas por la izquierda, servir dos asistencias de gol, la más clara a Cañadas. El equipo grana ya no brillaba tanto y había cedido parte de la posesión del balón a su rival. Eso provocaba ocasiones de gol visitantes como la que a los veintiséis minutos despejó a saque de esquina Alberto. Tras un leve despertar del equipo grana con una ocasión para Richi, el Sevilla Atlético volvió a tomar el mando del partido, creando peligro por ambas bandas con situaciones manifiestas de gol, la más clara una de Rodri que paró Alberto. A la grada ya no le gustaba el partido; de un equipo con jerarquía, el Real Murcia pasó a ser un equipo encerrado atrás. Hasta que apareció la genialidad de Albiol, que con un disparo desde la frontal batió a Dani Jiménez. Un gol que le insufló oxígeno a un Real Murcia titubeante en la primera parte.
Oxígeno en la segunda parte
Los primeros minutos de la segunda parte dejaron entrever a un Sevilla Atlético y a un Real Murcia encerrado atrás y cargado de miedo. Por eso Iñaki Alonso movió a su equipo: adelantó a Richi hasta la mediapunta, metió a Albiol como pivote y mando a Cañadas a la banda. El objetivo del técnico vasco era recuperar el balón. Tras los diez primeros minutos el Real Murcia volvió a brillar, pero al contragolpe. Pedro y Chando buscaban el último pase esclarecedor. Pero la expulsión del murcianista Carles por doble amarilla tras estar sólo nueve minutos en el campo, cambió el guión del choque. Al Real Murcia le tocaba sacar el pico y la pala, ponerse el mono de trabajo. Es más, Iñaki Alonso se sacó un as de la manga y retiró a Chando, metió a Mario Marín como extremo derecho, metió a Pedro por la izquierda, pasó a Albiol a la media punta y colocó a Dani Aquino como único delantero. El Real Murcia se preparaba para el combate cuerpo a cuerpo, con uno menos y sin renunciar a meter el segundo. Y el equipo grana luchó pero no pudo con la genialidad de Jairo en el minuto noventa. El Real Murcia dejó escapar dos puntos que le hubieran colocado como máximo candidato al ascenso a falta la segunda vuelta en el grupo IV de Segunda B.

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