Los cacos sólo tuvieron que forzar una puerta trasera para acceder al centro, ocupado al 50% de su capacidad
19.01.11 - 01:20 -
JORGE G. BADÍA |
Fácil y sencillo: rodear las instalaciones, atravesar un pasillo entre el transformador y la valla del colegio, acceder al parking trasero, reventar el cristal de una puerta y entrar sigilosamente. El resultado -en términos de botín- se cifra en seis equipos informáticos y dos televisores de plasma. La víctima: el Centro de Equipamientos Sociales Reina Sofía. Un robo -sólo la rotura de la puerta lo eleva a esta categoría desde el hurto- al alcance de cualquier ratero de tres al cuarto y demasiadas facilidades para un edificio valorado en algo más de cuatro millones de euros que la propia Reina inauguró hace apenas dos meses y medio.
El saqueo ha puesto de manifiesto la carencia de medidas de seguridad en unas instalaciones destinadas a la tercera edad y a personas con discapacidad psíquica, que de haber estado dentro no habrían podido ofrecer demasiada resistencia a unos ladrones que -según fuentes próximas al caso- «no tuvieron que evitar ninguna alarma o guarda jurado». Desde su inauguración el 4 de noviembre, no se ha instalado ningún sistema de seguridad, salvo uno contra incendios, todo ello pese a que su ubicación en pleno extrarradio, en el paraje Machuca.
El Ayuntamiento de Fortuna ya ha puesto la denuncia ante la Guardia Civil. En total las pérdidas ascienden a unos 3.600 euros, pero lo peor es que las mismas fuentes afirman que los autores «residen en Fortuna y conocían las instalaciones». Los investigadores se basan en que no registraron ningún despacho, ni revolvieron nada: destrozaron la cristalera de la puerta y se fueron directos a la sala de Estancias Diurnas a por uno de los dos televisores de plasma robados. Acto seguido, visitaron la sala de ordenadores y se marcharon por donde entraron con todos los equipos.
Tanto Guardia Civil como Policía Local creen que los asaltantes sabían que el centro carecía de seguridad salvo las patrullas diarias que pasan ante el mismo. «Es más, esperaron a que llegase el fin de semana, cuando cierran las instalaciones, para dar el golpe que pudo ser en la noche del sábado o el domingo.
El Reina Sofía es el proyecto de mayor entidad de la legislatura para la Corporación. Tiene capacidad para 80 usuarios y un ala para 60 discapacitados psíquicos. Pero lo cierto es que desde que fue inaugurado por la Reina, no paran de crecerle los enanos. A la falta de usuarios de unas instalaciones que no están ocupadas ni al 50%, se suma el plantón de los 400 usuarios de la Unión Democrática de Pensionistas que se niegan al traslado, provocando que siga cerrado.
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