martes, 11 de enero de 2011

AGUILAS/ Con la vista fija en el mar

No pierde de vista el mar desde hace más de una semana, desde que la Guardia Civil le llamó a primera hora de la tarde del pasado lunes 3 para decirle que su hijo había desaparecido buceando. Desde entonces, plantó su silla en la playa Amarilla y desde allí otea el horizonte teniendo como referente la isla del Fraile, el lugar donde se sumergió por última vez.
Es Francisco Ortega Mateo, un hombre de mar, como todos los aguileños, que se sentía orgulloso de su hijo Juan Pedro Ortega Carrillo cuando llegaba cargado de pulpos y los repartía entre los vecinos de la calle Gloria, donde vivía. El joven de 23 años, «recién cumplidos apenas hace dos meses», como cuenta su padre, nació casi con las gafas de bucear puestas.
«Era un experto buceador. Hace 14 ó 15 años que se sumerge, casi desde crío», relató ayer tarde a 'La Verdad' su padre, desde el lugar donde se llevan a cabo las labores de búsqueda. «Igual iba hasta el Cabezo de Cope, que tiraba para Villaricos. Era un apasionado del mar».
Francisco Ortega no está solo. Le acompaña su hija, Noelia, y un gran número de familiares y amigos que no cesan en el empeño de encontrarlo. «Sé que vivo no está. Es imposible, pero me gustaría que apareciera y aquí quiero quedarme hasta que de con él». Y mientras mira al mar, que estos días es «una balsa de aceite», pide que llegue un temporal «que remueva el fondo y lo haga salir a flote».
Junto a él, también están muchos de los mejores amigos de Juan Pedro. Uno de ellos, encontró ayer tarde unas gafas y un tubo de buceo que podrían ser del joven. «No lo sabémos. Los va a examinar la Guardia Civil y se verá si son de él o no». Sin embargo, el hallazgo es un hálito de esperanza para Francisco. «Si han aparecido las gafas y el tubo, que pesan poco, a unos 25 metros de donde desapareció, él tiene que estar por ahí».
Francisco y su hija Noelia están muy agradecidos a todos los equipos de emergencia que estos días se han volcado no sólo en la búsqueda, sino también en atenciones a la familia, que espera desesperada cualquier noticia. «Los voluntarios tienen un par de cojones. Por favor, póngalo en el artículo», afirma y añade que «estamos muy, muy agradecidos a los pescadores, los buceadores, los voluntarios de Cruz Roja, de Protección Civil, del Ayuntamiento, porque se están volcando con nosotros y de qué manera».
Sabe que será difícil encontrar a su hijo y hasta llega a pensar lo peor. «Puede que no aparezca, como tantos otros. No se sabe». El mar no es, según relata, «ni un cubo, ni una piscina. Aunque parezca que está tranquilo, por debajo hay muchas corrientes. Igual lo ha arrastrado para Mazarrón, que está en Almería».
Llamamiento a pescadores
En la búsqueda participan barcos y helicópteros. «También avionetas que han llegado desde Cartagena y Totana. Está viniendo mucha gente a título particular que nos está brindando su ayuda. Todo el mundo está poniendo mucho empeño en encontrarlo, por lo que estamos muy agradecidos», añade Francisco.
Los buzos, relata, «han peinado la zona palmo a palmo». Su única esperanza es que «esté en el fondo, encallado, y que con las corrientes pueda salir a flote». Por ello, pide la colaboración de buceadores y pescadores de Murcia y Almería: «Por favor, que estén atentos cuando salgan a pescar o a bucear», concluye.

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