sábado, 3 de abril de 2010

MURCIA/ Miles de personas siguen al Nazareno


La Verdad
El cortejo 'morao' de los 'salzillos' convierte la calle en un espléndido museo

La mañana más esperada de la Semana Santa murciana ha convertido la ciudad en un auténtico museo en plena calle, donde miles de personas se han deleitado al paso de sus nueve tronos y las interminables filas de penitentes, carros bocina y tambores destemplados. El primer paso, la Santa Cena, fue realizado por Salzillo en el año 1763. El grupo escultórico está compuesto por trece imágenes talladas en madera policromada y de tamaño seminatural.
Cada una de las ellas muestra una expresión y actitud que manifiesta su carácter. Así, el rostro de admiración de San Andrés mirando a Cristo, la emoción de San Judas Tadeo, la reflexión de San Felipe o el asombro de San Simón se suman al desprecio irónico de Judas Iscariote. Los comensales surgen por las esquinas frente a una espléndida mesa ricamente adornada con vajilla de plata, fino mantel y excelentes manjares. El trono pesa 1.362 Kilos y es portado por 28 nazarenos estantes.
Desfila en segundo lugar la Oración en el Huerto (1754), otra de las obras maestras del imaginero. Una leyenda muy extendida en la ciudad asegura que el ángel que consuela a Jesús fue esculpido por inspiración divina. A continuación desfila El Prendimiento o El Beso (1763), en el que destaca la expresión de Jesús recibiendo el beso de Judas. Y la mano alzada de San Pedro, que supone el más perfecto estudio anatómico.
La última obra realizada para la cofradía, el paso de Los Azotes (1778), figura en cuarto lugar, seguido por la Santa Mujer Verónica (1755). A continuación, delante del titular, va el paso de La Caída (1752). El grupo está compuesto por Jesús, Simón de Cirene, dos sayones y un romano. Todas son tallas de madera policromada y estofada, la imagen del Cristo es de vestir. Contiene el paso uno de los anacronismos geniales de Salzillo: el soldado viste una armadura de finales del siglo XVI. Nuestro Padre Jesús Nazareno es la única talla del cortejo que no salió del taller de Salzillo. Es obra de Juan de Aguilera (1601). Cuando San Juan (1756) asoma por el dintel de la puerta de Jesús el asombro se dispara entre la multitud congregada. Ha cerrado el cortejo La Dolorosa (1755), con sus 'angelicos' al pie, lágrimas sobre su rostro desencajado, al borde de la muerte, alzado al cielo.
Según fuentes de la cofradía, durante el último año han solicitado participar en el desfile procesional 1.707 nazarenos y en él, los mayordomos visten con puntillas blancas, en pecho y en zapatillas, cuello de pajarita, y corbata, a modo de los señores del siglo XVIII, mientras que los penitentes lo hacen con túnica larga, cogida a la cintura con cíngulo amarillo, y los estantes, con túnica corta, medias y esparteñas huertanas.
Añade la fuente que los puestos de estantes, labradores y empleados de los mayordomos, que desde el siglo XVIII se ocuparon de sacar los tronos a la calle, se han transmitido de padres a hijos, hasta nuestros días.
Su vinculación al escultor Francisco Salzillo, y la devoción que en la ciudad ha inspirado "Nuestro Padre Jesús Nazareno", la única obra que no es de Salzillo y que ha sido sacado históricamente en procesión con ocasión de calamidades o rogativas del pueblo de Murcia, hacen que esta cofradía sea una de las instituciones más prestigiadas en la ciudad.

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