La Opinión
Los vecinos de Cieza viajaron el pasado fin de semana a la Edad Media a través de las fiestas del Escudo La Invasión, que rememoran el asedio sufrido por la ciudad en 1477, cuando llegaron las tropas moras capitaneadas por el rey Abu-l-Hassan. Tras recrear la invasión sobre el puente de Hierro, los festeros escenificaron, en la mañana de ayer, la liberación de los rehenes y su entrega al Embajador Cristiano, cargo que este año ha recaído en el consejero de Educación, Constantino Sotoca. Ayer tarde tuvo lugar el gran desfile fin de fiestas con la participación de más de 1.000 miembros de kábilas y mesnadas.
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