Juani Valera/ La Verdad
La mañana de ayer se rompía poco después de las 8.30 horas con el sonido de las ambulancias y efectivos de Policía Local y Guardia Civil que acudían a la Plaza de las farolas, junto a la oficina de la Seguridad Social. Allí, entre sus bancos, se encontraba el cadáver de S.G.L. de 82 años de edad, que se precipito al vacio desde la ventana de un cuarto piso, donde residía. Los vecinos, asombrados y asustados ante tanto alboroto no daban crédito a lo que estaba sucediendo. El anciano vivía con su esposa también de edad, que se encontraba en la cama dada su situación de inmovilidad, y que posiblemente no se había enterado de la suerte de su marido. El fallecimiento se produjo en el acto, por lo que nada se pudo hacer por salvar su vida. Horas más tarde la comisión judicial levantó el cadáver
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