La VerdadTiene varios hematomas en cabeza y muñecas «por los grilletes»
Escupió al funcionario después de que éste le llamara «tonto»
Un joven discapacitado, que se mueve en una silla de ruedas mecánica debido a su falta de movilidad en las piernas y en uno de sus brazos, ha denunciado haber sufrido agresiones físicas y verbales por parte de dos agentes de la Policía Local. Pedro Bujeque, de 28 años de edad, sufre tetraparesia espática, disfunción en el habla, trastornos de coordinación y ataxia, lo que le impide realizar actividades de forma normal en su vida diaria. A pesar de sus problemas para vocalizar, Pedro asegura que los agentes lo trataron «como un perro». Los hechos ocurrieron el pasado 30 de marzo a las dos y cuarto de la tarde. El joven se disponía a cruzar por el paso de peatones que une la Alameda Rafael Méndez con la Alameda de los Tristes. «Me hicieron el alto y me fui a uno de los extremos del paso de peatones para colocar la silla de forma que pudiese cruzar cuando me diera paso».
«Tonto del pijo»
Según apunta, el agente le dio paso dirigiéndose a él. «Me dijo, ya puedes pasar tonto del pijo. Me quedé sorprendido y afectado por el insulto y ese trato. Se lo dije a un señor que trabaja en el parque infantil y luego a una administrativa del centro sanitario Virgen del Alcázar». Tras salir del hospital, el joven se fue de nuevo hacia el agente y le dijo que lo que había hecho no se iba a quedar así. «Él empezó a mofarse y ante la impotencia le escupí. Yo estaba muy nervioso porque él me estaba tratando mal. Una persona que me conocía y pasaba por allí me dijo que me tranquilizara». En su declaración, Pedro matiza que él comenzó a alejarse cuando aparecieron «tres o cuatro policías» que respondieron «reduciéndolo, tirándolo al suelo, poniéndole unos grilletes y metiéndolo en el coche de cualquier manera y de forma violenta, haciéndole daño en el hombro derecho», apunta su hermano. Pedro cuenta que lo llevaron al centro de salud y lo sacaron «arrastrando sin facilitar una silla de ruedas y sin saber muy bien el motivo de haber ido allí», ya que Pedro «no lo había solicitado», apunta su hermano. Desde allí, es trasladado a Comisaría donde, según relata Pedro, uno de los agentes que lo había trasladado le vuelve «a dar una patada». Pocos minutos después suena el teléfono del joven. Su madre llama para preguntar porque no ha ido a comer.
«Mi hermano intentó explicárselo pero estaba muy nervioso y no pudo. Ningún agente cogió el teléfono para informar a mi madre de lo que estaba pasando. A las tres menos ocho minutos yo llegué a Comisaría. Les dije que esa no era forma de tratar a nadie y menos a una persona en su situación. Les pedí que le soltaran los grilletes porque Pedro decía que le dolía la clavícula. Tardaron media hora en hacerlo»
Actualmente hay un proceso judicial abierto, por lo que «nos gustaría que si alguna persona estaba en la zona cuando ocurrieron los hechos, se ponga en contacto con nosotros. Debía haber mucha gente porque era la hora de salida de los colegios». También consideran «bastante difícil» que «Pedro pudiera agredir físicamente a los agentes como ellos han declarado por su «reducida movilidad».
Por su parte, el alcade aseguró ayer a La Verdad que ya se encuentra estudiando el asunto pero eludió referirse más a él.
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