Unos 300 vecinos de la zona de Montysol, lindante con el parque regional de Sierra Espuña, se han constituido como asociación para reclamar diversas mejoras en el entorno de la urbanización, cuyas primeras construcciones datan de 1974. La asociación, que preside Antonio Sánchez, tiene además como principal objetivo tratar de paralizar el plan parcial de la zona, aprobado en julio del 2006, y que incluía un convenio con la mercantil South Sun Propierties para levantar 1.340 viviendas y varias infraestructuras.
Pese a que el convenio finalmente fue anulado en abril del pasado año, la promotora ha recurrido la decisión a través de la Comunidad Autónoma y los vecinos siguen sujetos al Plan Parcial, que incluyen cargas sobre los propietarios -no pueden vender sus viviendas, sobre las que pesa ahora una carga por los futuros gastos de urbanización- están ahogando algunas economías, ya que los propietarios retienen el 53% del suelo.
Otra de las claves del conflicto radica en el cambio del tipo de suelo de la urbanizción, que pasó en el 2005 de urbano a urbanizable sectorizado especial, lo que permitiría una mayor densidad de construcción y que la zona pudiera acoger convenios como el que quedó en suspenso.
Sin arreglos en 35 años
Este cambio ha provocado protestas entre los vecinos, ya que supone una mayor carga a la hora de repartir los gastos de urbanización. «La mayor parte de los vecinos no va a poder pagar en metálico, así que lo harán en edificabilidad, con lo que esto va a parecer París», explica una propietaria.
Otras de las quejas es el estado de los viales y las infraestructuras de la zona. «¿Por qué el Ayuntamiento no hizo caso en el 91 a la Comunidad Autónoma y realizó un Plan Especial de Reforma Interior (PERI)?» se preguntaba un vecino recientemente, al comentar el mal estado de los viales de la zona, que llevan sin arreglarse desde hace 35 años. «Vamos parcheando nosotros mismos los caminos», añade otro vecino.
Esta Redacción trató sin éxito ayer de r
Pese a que el convenio finalmente fue anulado en abril del pasado año, la promotora ha recurrido la decisión a través de la Comunidad Autónoma y los vecinos siguen sujetos al Plan Parcial, que incluyen cargas sobre los propietarios -no pueden vender sus viviendas, sobre las que pesa ahora una carga por los futuros gastos de urbanización- están ahogando algunas economías, ya que los propietarios retienen el 53% del suelo.
Otra de las claves del conflicto radica en el cambio del tipo de suelo de la urbanizción, que pasó en el 2005 de urbano a urbanizable sectorizado especial, lo que permitiría una mayor densidad de construcción y que la zona pudiera acoger convenios como el que quedó en suspenso.
Sin arreglos en 35 años
Este cambio ha provocado protestas entre los vecinos, ya que supone una mayor carga a la hora de repartir los gastos de urbanización. «La mayor parte de los vecinos no va a poder pagar en metálico, así que lo harán en edificabilidad, con lo que esto va a parecer París», explica una propietaria.
Otras de las quejas es el estado de los viales y las infraestructuras de la zona. «¿Por qué el Ayuntamiento no hizo caso en el 91 a la Comunidad Autónoma y realizó un Plan Especial de Reforma Interior (PERI)?» se preguntaba un vecino recientemente, al comentar el mal estado de los viales de la zona, que llevan sin arreglarse desde hace 35 años. «Vamos parcheando nosotros mismos los caminos», añade otro vecino.
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