El consumo de habas se dispara por la tradición de consumirlas con salado mientras se contemplan los desfiles bíblico pasionales
07.04.09 -
P. W. R. LORCA/ La Verdad
07.04.09 -
P. W. R. LORCA/ La Verdad
Pese a lo que pudiera pensarse, durante la Semana Santa se consumen menos verduras de lo habitual. Y eso, que los devotos cristianos no pueden comer carne los viernes de Cuaresma, a excepción del Viernes Santo, gracias a una bula papal que permite hacerlo a lorquinos y visitantes a partir de las cuatro de la tarde de ese día.
Lechugas y alcachofas, parece que quedan un tanto relegadas estos días en detrimento de embutidos y salazones, según el presidente de la Comunidad de Regantes, Manuel Soler Miras, quien asegura que «el consumo de habas se dispara por la costumbre de llevarlas a las tribunas mientras se presencian los desfiles».
Esto se puede comprobar al término de cada uno de los desfiles bíblico pasionales. Debajo de las tribunas aparecen gran cantidad de cáscaras de habas que han sido consumidas durante la procesión. «Es típico tomarlas con salado, por lo que su venta aumenta, y de que manera, éstos días», añade Manuel Soler Miras.
Lo que no se vende tanto son lechugas y alcachofas. Varios son los motivos. Por un lado, los mercados, según Soler Miras, cierran durante Jueves y Viernes Santo, «lo que hace imposible su compra». Por otro, son días en los que las comidas «son más ligeras en los hogares, se tiende a cocinar menos, porque los aperitivos fuera de casa se alargan», agrega.
El cierre de mercados durante varios días también provoca que el producto permanezca más tiempo en la planta. «No hay recolección, por lo que su volumen aumenta». A ello, se suma el aumento de las temperaturas por el buen tiempo. «Muchos años hemos tenido que destinar, sobre todo la alcachofa, a conserva, ya que sobrepasaba los límites de la venta en fresco por su volumen».
Los precios, aseguró, se encuentran en estos momentos «bastante bien». La vuelta del frío en las últimas semanas provocó que las plantas de bróculi y alcachofa ralentizarán su producción que había aumentado considerablemente. La lechuga también sufrió un aumento en cuanto a su producción. «Este año se están pagando buenos precios en la alcachofa».
Un producto que cuenta el presidente de la Comunidad de Regantes que cuando escucha tambores, baja su precio. «Es cierto, las fiestas provocan que permanezca más tiempo en la planta y en vez de utilizarla para fresco en los mercados, tiene que dejarse para la industria conservera».
Las fiestas de primavera también provocarán un menor consumo y cierre de industrias, almacenes y mercados por las celebraciones, aunque también tienen su lado bueno, según Soler Miras. «Cada vez se están promocionando más nuestras verduras y se consumen en nuevas recetas como delicatesse. De todos modos, nuestras ventas son en la comarca y en el extranjero».
Lechugas y alcachofas, parece que quedan un tanto relegadas estos días en detrimento de embutidos y salazones, según el presidente de la Comunidad de Regantes, Manuel Soler Miras, quien asegura que «el consumo de habas se dispara por la costumbre de llevarlas a las tribunas mientras se presencian los desfiles».
Esto se puede comprobar al término de cada uno de los desfiles bíblico pasionales. Debajo de las tribunas aparecen gran cantidad de cáscaras de habas que han sido consumidas durante la procesión. «Es típico tomarlas con salado, por lo que su venta aumenta, y de que manera, éstos días», añade Manuel Soler Miras.
Lo que no se vende tanto son lechugas y alcachofas. Varios son los motivos. Por un lado, los mercados, según Soler Miras, cierran durante Jueves y Viernes Santo, «lo que hace imposible su compra». Por otro, son días en los que las comidas «son más ligeras en los hogares, se tiende a cocinar menos, porque los aperitivos fuera de casa se alargan», agrega.
El cierre de mercados durante varios días también provoca que el producto permanezca más tiempo en la planta. «No hay recolección, por lo que su volumen aumenta». A ello, se suma el aumento de las temperaturas por el buen tiempo. «Muchos años hemos tenido que destinar, sobre todo la alcachofa, a conserva, ya que sobrepasaba los límites de la venta en fresco por su volumen».
Los precios, aseguró, se encuentran en estos momentos «bastante bien». La vuelta del frío en las últimas semanas provocó que las plantas de bróculi y alcachofa ralentizarán su producción que había aumentado considerablemente. La lechuga también sufrió un aumento en cuanto a su producción. «Este año se están pagando buenos precios en la alcachofa».
Un producto que cuenta el presidente de la Comunidad de Regantes que cuando escucha tambores, baja su precio. «Es cierto, las fiestas provocan que permanezca más tiempo en la planta y en vez de utilizarla para fresco en los mercados, tiene que dejarse para la industria conservera».
Las fiestas de primavera también provocarán un menor consumo y cierre de industrias, almacenes y mercados por las celebraciones, aunque también tienen su lado bueno, según Soler Miras. «Cada vez se están promocionando más nuestras verduras y se consumen en nuevas recetas como delicatesse. De todos modos, nuestras ventas son en la comarca y en el extranjero».
No hay comentarios:
Publicar un comentario