El cabo suelto que lleva a la detención de un estafador acostumbrado a no dejar huellas puede aparecer en cualquier momento, en cualquier lugar. El que permitió la detención de V.L.C. ayer en Almadén (Ciudad Real), se hizo real el pasado mes de septiembre en Fuente Álamo.
Hasta allí se trasladó el presunto estafador, de 47 años y natural de un pequeño municipio cordobés, para poner de nuevo en marcha el Nazareno, una de las estafas más clásicas del acervo delictivo, y que consiste en dejar sin pagar compras de material que son a su vez revendidas por el delincuente. Estas compras siguen a una primera -un anzuelo- de menor entidad y que es pagada en tiempo y forma con el único fin de adquirir ante el futuro estafado la vitola de «buen pagador». Para más inri, el estafador usa para los pagos la cuenta de uno de sus clientes, de la que se ha hecho con los principales datos merced a su relación mercantil.
Pero nuestro amigo cordobés no había contado con la experiencia en este tipo de actuaciones de la Brigada Judicial de Ciudad Real, hasta donde llegó el lamento del empresario fuentealameño tras comprobar que en su cuenta se habían producido cuatro cargos -que sumaban 56.000 euros- por la compra de material sanitario y de obra... por parte de empresas de Ciudad Real.
Tirando del cabo, la policía finalmente ha arrestado a V.LC. por cuatro delitos de estafa y uno de usurpación de estado civil.
Investigación compleja
El delegado del Gobierno en Ciudad Real, Máximo Díaz-Cano, quien calificó de «compleja y minuciosa» la investigación policial, ya que incluso en una ocasión en la que uno de los empresarios sospechó y le pidió su DNI, el acusado le presentó al día siguiente una denuncia por pérdida de la documentación... a nombre del empresario murciano.
El hombre regentaba, junto a su mujer, un negocio de productos de papelería y limpieza, al que trasladaba el material que adquiría fraudulentamente.
Hasta allí se trasladó el presunto estafador, de 47 años y natural de un pequeño municipio cordobés, para poner de nuevo en marcha el Nazareno, una de las estafas más clásicas del acervo delictivo, y que consiste en dejar sin pagar compras de material que son a su vez revendidas por el delincuente. Estas compras siguen a una primera -un anzuelo- de menor entidad y que es pagada en tiempo y forma con el único fin de adquirir ante el futuro estafado la vitola de «buen pagador». Para más inri, el estafador usa para los pagos la cuenta de uno de sus clientes, de la que se ha hecho con los principales datos merced a su relación mercantil.
Pero nuestro amigo cordobés no había contado con la experiencia en este tipo de actuaciones de la Brigada Judicial de Ciudad Real, hasta donde llegó el lamento del empresario fuentealameño tras comprobar que en su cuenta se habían producido cuatro cargos -que sumaban 56.000 euros- por la compra de material sanitario y de obra... por parte de empresas de Ciudad Real.
Tirando del cabo, la policía finalmente ha arrestado a V.LC. por cuatro delitos de estafa y uno de usurpación de estado civil.
Investigación compleja
El delegado del Gobierno en Ciudad Real, Máximo Díaz-Cano, quien calificó de «compleja y minuciosa» la investigación policial, ya que incluso en una ocasión en la que uno de los empresarios sospechó y le pidió su DNI, el acusado le presentó al día siguiente una denuncia por pérdida de la documentación... a nombre del empresario murciano.
El hombre regentaba, junto a su mujer, un negocio de productos de papelería y limpieza, al que trasladaba el material que adquiría fraudulentamente.
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