El Juzgado de lo Penal número 2 de Lorca ha condenado a dos años de cárcel a Marius P.N. tras el suceso, ocurrido el pasado 27 de febrero en Alhama de Murcia.
EFE / La Opinión
El Juzgado de lo Penal número 2 de Lorca, en una sentencia a la que ha tenido acceso EFE, ha condenado a dos años de prisión a Marius P.N., un ciudadano rumano que se roció con gas-oil y amenazó con prender fuego a la empresa donde trabajaba, ubicada en Alhama de Murcia.
La sentencia declara como hechos probados que el acusado cometió los hechos al negarse la empresa "Flores Marín, S.L.", en la que trabajaba desde mayo de 2008 y estaba dado de alta en la Seguridad Social, a pagar la parte de la cuota que han de abonar los trabajadores del régimen agrario.
Añade que los hechos se produjeron el pasado 27 de febrero, cuando el acusado se desplazó hasta las oficinas de la Seguridad Social de Lorca para pagar alguna mensualidad, y cuando estaba en esa ciudad pidió por teléfono a F.M., hija del dueño de la empresa, un adelanto de 400 euros para pagar más mensualidades de las que tenía previstas, que le fueron entregados, aunque finalmente no pagó las cuotas.
Afirma que de regreso a la sede de la empresa ese mismo día, Marius P. mostró a F.M. su desacuerdo con el hecho de que tuviera él que pagar esas cuotas, cuestionando que tuviera realmente que hacerlo".
Aunque la hija del dueño le explicó que así se encontraba establecido por la ley, "abandonó la oficina gritando y, acto seguido, cogió una botella de dos litros de gas-oil y se roció el cuerpo, y cuando alguien se le acercab mostraba su intención de prenderse fuego con un encendedor que llevaba en la otra mano".
"Seguidamente, añade la sentencia, subió al tejado de la caseta que contiene la caldera de la calefacción, que funciona con gas propano, lo que al acusado le consta por estar trabajando allí, y continuó rociándose con el líquido, y continuó con el mechero en la mano, que llegó a accionar, al mismo tiempo que decía que iba a matar a toda la familia y a prender fuego a la finca".
Ante esta situación, los tres hijos del dueño de la empresa, "profundamente atemorizados por las dimensiones del incendio que el acusado podía provocar por la proximidad de los tanques de propano", avisaron a la Guardia Civil, "acudiendo también bomberos, ambulancia, agentes de la Policía Local de Alhama y el alcalde".
Finalmente, un teniente de la Benemérita que es también psicólogo conversó con el acusado y consiguió que depusiera su actitud casi tres horas más tarde.
El juez condena a Marius P., además de a los dos años de cárcel, a que indemnice al empresario y a sus tres hijos en la cantidad de 300 euros a cada uno por daño moral.
Además, no podrá aproximarse a menos de 300 metros de cualquier lugar en que se encuentren ni de la propia empresa, además de prohibírsele comunicar con ellos "por cualquier medio o bajo cualquier pretexto, por tiempo de dos años".
EFE / La Opinión
El Juzgado de lo Penal número 2 de Lorca, en una sentencia a la que ha tenido acceso EFE, ha condenado a dos años de prisión a Marius P.N., un ciudadano rumano que se roció con gas-oil y amenazó con prender fuego a la empresa donde trabajaba, ubicada en Alhama de Murcia.
La sentencia declara como hechos probados que el acusado cometió los hechos al negarse la empresa "Flores Marín, S.L.", en la que trabajaba desde mayo de 2008 y estaba dado de alta en la Seguridad Social, a pagar la parte de la cuota que han de abonar los trabajadores del régimen agrario.
Añade que los hechos se produjeron el pasado 27 de febrero, cuando el acusado se desplazó hasta las oficinas de la Seguridad Social de Lorca para pagar alguna mensualidad, y cuando estaba en esa ciudad pidió por teléfono a F.M., hija del dueño de la empresa, un adelanto de 400 euros para pagar más mensualidades de las que tenía previstas, que le fueron entregados, aunque finalmente no pagó las cuotas.
Afirma que de regreso a la sede de la empresa ese mismo día, Marius P. mostró a F.M. su desacuerdo con el hecho de que tuviera él que pagar esas cuotas, cuestionando que tuviera realmente que hacerlo".
Aunque la hija del dueño le explicó que así se encontraba establecido por la ley, "abandonó la oficina gritando y, acto seguido, cogió una botella de dos litros de gas-oil y se roció el cuerpo, y cuando alguien se le acercab mostraba su intención de prenderse fuego con un encendedor que llevaba en la otra mano".
"Seguidamente, añade la sentencia, subió al tejado de la caseta que contiene la caldera de la calefacción, que funciona con gas propano, lo que al acusado le consta por estar trabajando allí, y continuó rociándose con el líquido, y continuó con el mechero en la mano, que llegó a accionar, al mismo tiempo que decía que iba a matar a toda la familia y a prender fuego a la finca".
Ante esta situación, los tres hijos del dueño de la empresa, "profundamente atemorizados por las dimensiones del incendio que el acusado podía provocar por la proximidad de los tanques de propano", avisaron a la Guardia Civil, "acudiendo también bomberos, ambulancia, agentes de la Policía Local de Alhama y el alcalde".
Finalmente, un teniente de la Benemérita que es también psicólogo conversó con el acusado y consiguió que depusiera su actitud casi tres horas más tarde.
El juez condena a Marius P., además de a los dos años de cárcel, a que indemnice al empresario y a sus tres hijos en la cantidad de 300 euros a cada uno por daño moral.
Además, no podrá aproximarse a menos de 300 metros de cualquier lugar en que se encuentren ni de la propia empresa, además de prohibírsele comunicar con ellos "por cualquier medio o bajo cualquier pretexto, por tiempo de dos años".
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