Un ganadero desenmascara a los ladrones que se llevaban sus ovejas y cabras
Mediodía del pasado miércoles 18 de julio. José recibe una llamada de un vecino cercano que está viendo cómo unos desconocidos acceden a una de sus fincas por la puerta principal. Después de un año y medio de dudas, por fin va a saber quién le ha quitado ya más de 200 cabezas de ganado.
José Acosta es un ganadero de 40 años que lleva toda la vida trabajando y viviendo de sus cabras y sus ovejas en Marchena. Tiene cuatro fincas con animales y llevaba bastante tiempo notando que, de vez en cuando, unos 20 borregos pequeños, aún sin troquel identificativo y dependientes de sus madres, desaparecían por las noches sin dejar rastro.
El viernes 20 decidió pasar a la acción y, armándose de valor, esperó a que los ladrones volvieran para anotar la matrícula de la furgoneta que utilizaban para los hurtos, una Citröen Berlingo, y seguirla hasta una finca situada en Purias. Cuál fue su sorpresa al descubrir que en el lugar había más de 700 cabezas de ganado robadas, según afirma José.
Los presuntos ladrones podrían haber ganado unos 35.000 euros al vender todo este ganado sustraído. Esta trama estaba compuesta por dos personas: el presunto ladrón se desplazaba a las fincas para coger los animales y transportarlos hasta la parcela del segundo implicado, donde las ovejas y las cabras permanecían «en condiciones no muy buenas», según José, hasta que conseguían venderlas.
El 'modus operandi' de estos individuos era el siguiente: se acercaban a las fincas en las que tenían planeado robar para hablar con el propietario sobre una posible compra, de forma que aprovechaban para ojear la zona y comprobar qué lugares eran más seguros para entrar a la propiedad.
Los animales sustraídos no respondían a un mismo patrón, sino que, según José Acosta, «cogían los primeros que pillaban hasta que se llenaba la furgoneta», sin tener en cuenta que los terneros y los cabritos deben seguir mamando hasta los 50 días de vida.
Tras descubrir la finca en la que se encontraba el ganado que le habían robado, José decidió acudir a la Guardia Civil, que se personó en el lugar y comprobó que los animales no tenían ni las guías ni los troqueles necesarios para estar en el mercado, aunque el dueño de la finca sostenía que los había comprado todos.
Devueltos a sus dueños
Según la delegación del Gobierno, el pasado martes 24 de julio la Guardia Civil detuvo al presunto ladrón, mientras que el dueño de la finca en la que estaban los animales está imputado en el caso. El ganado ya ha sido devueltos a sus dueños. Sin embargo, a José le han podido devolver solo 50 animales, los últimos que le robaron. Los demás fueron vendidos a lo largo del último año y medio y ya no podrá recuperarlos.
Los afectados son unos diez ganaderos del municipio y las pedanías, y también de Almería. La delegación del Gobierno afirma que los robos se cometieron en varias fincas de Marchena y Morata, en Lorca, y en otras situadas en Mazarrón, Águilas, Huércal-Overa y Puerto Lumbreras.
Tras la detención, José Acosta no ha conseguido recuperar el dinero perdido por las cabezas de ganado que le robaron, y afirma que siente «mucha rabia e impotencia», ya que los animales vendidos no va poder recuperarlos nunca. Todos los afectados sienten igual indignación, incluso uno de los ganaderos estuvo a punto de llegar a las manos con el dueño de la finca investigada, «pero la Guardia Civil estaba allí para que no pasara nada», afirma José.
Investigación abierta
La investigación sigue abierta y los ganaderos afectados piden soluciones, ya que aunque es cierto que «nunca se habían llevado tantos animales a la vez», no es la primera vez que se producen robos en sus terrenos. Se trata de una práctica habitual, aunque la mayoría de los individuos que se llevan ovejas las quieren para comer, no para crear su propia ganadería.
De momento, José puede volver a dormir tranquilo porque, por primera vez desde hace dos años, nadie entrará en su finca al anochecer para robarle.
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