Cientos de devotos vitorean a 'La Morenica' en su regreso a Murcia
Pocos minutos después de que entrara en la Catedral, el cielo se abrió y descargó con fuerza;
La Fuensanta se libró del agua, pero no de las flores y los aplausos
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PATRICIO PEÑALVER | MURCIA./ La Verdad
A las 3 y media de la tarde, bajo un sol implacable, salía la Patrona de Murcia de su santuario de Algezares a hombros de los anderos y acompañada de los Caballeros de La Fuensanta. A su llegada, se intuía una tormenta, aunque finalmente la Virgen se libró del chaparrón que cayó poco después de su entrada a la Catedral. Cientos de peregrinos la contemplaron y vitorearon en todo el recorrido con la fe, la devoción, y el enorme cariño que le profesan los murcianos, para dar el pistoletazo de salida de las fiestas septembrinas de Murcia.
'La Morenica', que en esta ocasión lucía un flamante manto de color rojo, brocado en oro, que ha sido confeccionado en los talleres de Pepe Vivo, donado por Manuel María Ramón Garre, nuevo presidente de los Caballeros de La Fuensanta, fue parando en las más de 40 mesas donde los fieles le agasajaban con sus ramos de flores; mientras, los costaleros aprovechaban pasa echarse unos tragos de agua fresca y mitigar la calorina. Hasta llegar al momento especial en el que desde la Casa de Barceló recibía una lluvia de pétalos de flores.
A partir de la parada de La Fuensanta en la iglesia de Santiago el Mayor, la carretera de Algezares se convertía en un río de gente hasta llegar a la capital, entre cientos y cientos de gentes que continuamente la piropeaban: ¡Viva la Virgen de La Fuensanta!, ¡Viva 'La Morenica'!, ¡Guapa, guapa, guapa! Muchos abuelos y padres subían a los niños y algún que otro bebé al trono de la Virgen, para pedir por ellos.
Después de más de cuatro horas de recorrido, cumpliendo con el ritual, la imagen de Nuestra Señora de la Fuensanta se asomó hasta el cruce de Torre de Romo con Princesa, donde se instaló el pendón de la cofradía de la Preciosísima Sangre y el estandarte de la cofradía de Nuestra señora del Carmen, siendo recibida con otra hermosa lluvia de pétalos de flores a las puertas de la parroquia, mientras muchos ciudadanos trataban de coger más tarde esos pétalos de flores para llevárselos a sus familiares enfermos.
Tracas y campanas
A su entrada, a las 7.30 de la tarde, al Carmen, entre miles de murcianos, se iniciaba el acto oficial de bienvenida, mientras sonaba una espectacular traca y las campanas no cesaban de voltear. Ahí le esperaba el alcalde, Miguel Ángel Cámara, junto a otros miembros de su Corporación, así como diversas autoridades militares, las Reinas de la Huerta y las abanderadas de Moros y Cristianos. En el interior de la iglesia permanecía el obispo, monseñor José Manuel Lorca Planes, y hasta el altar de la iglesia entraban a la Virgen para iniciar el rezo de preces y el canto del himno de la Coronación, como manda la tradición.
La aparición en el barrio carmelitano tuvo este año su parte reivindicativa, ya que, por un lado, al final, se unieron una treintena de trabajadores con camisetas blancas en las que podía leer: ¡Virgen de La Fuensanta protégenos contra los despidos de Halcón! Y en el reverso: 'La Fe es esperanza de justicia. ¡Basta ya!'. Allí también protestaban con una cacerolada los trabajadores de la televisión autonómica, 7RM, por su situación laboral.
Tras las plegarias, desde la iglesia del Carmen, se iniciaba la procesión hacia la plaza de Belluga a un ritmo más rápido, ya que habían aparecido las primeras nubes que amenazaban con descargar; a la comitiva cada vez se iban uniendo más ciudadanos, hasta arribar sobre las 8 y media de la tarde hasta la Catedral para ser instalada en su camarín, en el que permanecerá hasta la romería de vuelta, el día 11.
Así concluía la multitudinaria romería y comenzaban las fiestas.
Así es la vida: todo fue sacar a 'La Fuensatica' y nos cayeron las primeras gotas de agua, después de un verano de calor matador.
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