Arrestan 30 días a los dos militares que se pelearon con la Policía Local
26.08.12 - 01:33 -
JORGE GARCIA BADÍA |
/ La Verdad
«Me ofrecieron 2.000 euros y me prestaban su coche si no llamaba a la Policía. Pero me habían dejado 'baldao' después de empotrarse contra mi coche». Éste era el relato que ayer ofreció Ángel Vivo a la salida del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia, tras prestar declaración por la colisión que sufrió el pasado jueves en el Jardín de Aviación de Alcantarilla, cuando un Nissan Qashqai conducido por dos militares del acuartelamiento de Santa Bárbara colisionó contra su Renault Megane.
«El semáforo estaba en rojo y mi coche parado pero me cascó el Qashqai . Cuando me bajé les dije 'chacho es que no habéis visto el semáforo'». Tras recriminarles su actitud a los dos militares de la BRIPAC, Ángel Vivo corroboró ante el juez que «comenzaron a decirme que me daban lo que hiciera falta. Dime cuánto quieres para que arregles el coche que me han retirado el carné de conducir y si me pillan se me cae el pelo».
Pero este vecino de Alcantarilla y trabajador de Disfrimur que regresaba a casa de madrugada, tras una larga jornada laboral, no cedió a los presuntos ofrecimientos de los dos soldados y llamó a la Policía Local que terminó sufriendo las supuestas agresiones de los militares: A.T.C., catalán de 22 años, y H.V.G.G., mexicano de 26 años, que ayer también pasaron por los juzgados junto a dos de los cuatro agentes que les detuvieron. Los policías locales que presentaron parte de lesiones, ratificaron en el juzgado que ambos soldados «se negaron varias veces a someterse al control de alcoholemia».
Los agentes, a las puertas del Palacio de Justicia, aseguraron que «los militares llevaban una tajada impresionante. Primero nos dijeron que no sabían cómo el Nissan había llegado hasta allí, después que el coche no era suyo; y luego que una prostituta que se había marchado era la causante del accidente y que ella conducía su coche. Estaban desquiciados, rompieron dos lunas del coche patrulla, y una de ellas con la cabeza». Ante la actitud de los soldados y después de un forcejeo que les causó moratones a los agentes, condujeron a los detenidos a la comisaría de la Policía Nacional donde pasaron la noche hasta recuperar la libertad (el viernes).
Condena militar y judicial
Pero eso de respirar aire fresco les ha durado bien poco a estos miembros de la BRIPAC, a los que nada más poner un pie en el cuartel de Santa Barbara, en Javalí Nuevo, se les notificó un arresto militar de treinta días y un expediente disciplinario por lo ocurrido.
Eso en cuanto al 'paquete' militar, porque el judicial tiene varios frentes abiertos. El primero ante el Ministerio Fiscal por ofrecer resistencia y atentar contra agentes de la autoridad, además del presunto quebrantamiento de condena al que se enfrenta H.V. al que le habían retirado anteriormente el permiso de conducir, por un positivo por alcohol, y que según la versión del testigo y de dos agentes policiales «era el que conducía porque allí no había ninguna mujer».
El segundo frente abierto lo tienen con el Ayuntamiento de Alcantarilla por una falta de daños al coche patrulla (800 euros) y otra de lesiones a un policía local, debido a que el otro agente declinó ayer durante su comparecencia solicitar daños. El último frente que deberá dirimir el juzgado será la falta de lesiones por accidente de tráfico, los daños al vehículo de Ángel Vivo y por la baja laboral que éste ha presentado.
Un rosario de frentes tanto en el ámbito militar como en el judicial que son, sin duda, la peor resaca de la noche loca que vivieron estos dos 'paracas'.
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