El Pleno debate hoy la petición de su apertura junto al actual camposanto
La VerdadSus defensores esgrimen que el Ayuntamiento debe prestar este servicio público «que debe ser ajeno a credos religiosos»
El próximo 1 de noviembre serán miles los lorquinos que un año más se acerquen hasta los cementerios de San Clemente y San Cristóbal para homenajear a sus seres fallecidos, que un día fueron enterrados allí por expreso deseo de sus familias. Antes de que esto ocurra, el Pleno tendrá que decidir hoy si da luz verde o no a la construcción de un cementerio civil. Una propuesta que defienden algunos colectivos y que ha llegado al debate plenario a través de una moción presentada por el grupo municipal de Izquierda Unida.
En la actualidad, los dos camposantos que existen en el casco urbano dependen de la Iglesia Católica que es quien financia cualquier actuación que se lleve a cabo en ellos, y también quien percibe los correspondientes ingresos por cada enterramiento. Para IU, la Administración local ha venido «haciendo dejadez de su función ya que el servicio de cementerios está encuadrado dentro de las llamadas competencias municipales propias, establecidas en el artículo 25 de la Ley de Bases de Régimen Local, siendo por tanto un servicio público obligado que deben prestar los Ayuntamientos por considerarse de gran importancia para la población, independientemente de credos religiosos, condición social, sexo o ideas políticas».
Esgrimen los defensores de esta postura que «la mayor diversidad cultural y religiosa que hay actualmente en el municipio, provocada por el fenómeno migratorio, lleva consigo la necesidad de revisar el papel que debe cumplir el Ayuntamiento en relación con sus competencias en cementerios y servicios funerarios. Entendemos que todos los ciudadanos, sean nacidos en Lorca o en otro país pero residentes aquí, tienen derecho a ser atendidos tras la muerte de acuerdo con sus principios e ideas, y no ser necesariamente condicionado por la gestión unilateral de una confesión religiosa».
No es el único argumento en el que fundamentan su petición. «Concurre también en estos momentos otra circunstancia que obliga a plantearse la necesidad de la actuación municipal en esta materia, que es la saturación de espacio en San Cristóbal y con menos urgencia, pero a medio plazo también, en San Clemente». Como posible ubicación, el portavoz de IU, José García Murcia, señala un solar aledaño a San Clemente.
Fuentes municipales consultadas por esta redacción ya han adelantado que no habrá un voto contrario pero sí una enmienda en la que se plantea la necesidad de hacer un estudio previo al inicio de los trámites que pide la oposición «porque abrir un cementerio público supone una inversión importante. Hacen falta los terrenos y la estructura, no sólo para los nichos, también de instalaciones de recepción y acondicionamiento».
Desde el Consistorio no creen que en la actualidad haya un déficit de espacio en el cementerio de San Clemente. «En principio y tras las sucesivas ampliaciones el cementerio puede albergar a muchos fallecidos durante al menos la próxima década». Recuerdan además, que «ya existe una iniciativa privada para abrir un cementerio civil en la pedanía de La Hoya. Una iniciativa que en la actualidad se está tramitando en Murcia porque es un proceso bastante complejo».
Los dos cementerios del núcleo urbano son consecuencia del movimiento surgido a raíz del pensamiento ilustrado del siglo XVIII, que promovió la creación de cementerios a las afueras de las ciudades, atendiendo a las instrucciones de la Real Cédula de 3 de abril de 1787, promulgada por Carlos III, según apunta Ana Moreno en su artículo 'Los cementerios en Lorca y su arquitectura', en la revista Clavis.
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