viernes, 8 de octubre de 2010

LORCA/ Un imputado del 'caso Limusa' se niega a contestar si llevó 6.000 euros a un club de alterne

La Verdad
El gerente de un restaurante de Lorca, que cuando declaró como testigo en las diligencias del 'caso Limusa' sobre presunta corrupción en esta empresa de limpieza aseguró haber llevado 6.000 euros a una casa de citas de Sevilla por encargo del ex director de ésta, Francisco Gil Eguino, se ha negado a contestar sobre este tema al ser interrogado ahora como imputado.


En su declaración de marzo de dos mil nueve ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Lorca que investiga este presunto caso de corrupción, J.C.C. afirmó que cuando Gil Eguino se enteró de que tenía previsto ir a la ciudad hispalense le pidió que llevase «una cierta cantidad de dinero» que habían dejado a deber en una fiesta.

Añadió entonces, según ha sabido Efe, que creía recordar que la cantidad se elevaba a seis mil euros, aunque admitía que incluso fuesen «diez o doce mil euros», que llevó a la dirección que le había indicado el ex responsable de la empresa municipal de limpieza, que se encuentra a unos tres kilómetros kilómetros «antes de entrar en Sevilla».

Señaló también que el sitio era un club privado de prostitución y que recordaba que se llamaba 'La Casita', añadiendo que Eguino le había comentado que habían ido a un congreso con unos concejales y acabaron en este local.

Posible malversación

Ahora, al declarar como imputado ante el magistrado instructor del Tribunal Superior de Justicia que investiga un presunto caso de malversación de caudales públicos, se ha acogido a su derecho a no declarar sobre lo que dijo como cierto en sus manifestaciones como testigo, cuando se le advirtió de que estaba obligado a decir la verdad y que en caso contrario podría ser perseguido penalmente por un delito de falso testimonio.

En esta nueva ronda de declaraciones tomadas en el Tribunal Superior de Justicia ha sido interrogado también como imputado Jacinto Parra Arcas, el empleado de Limusa que destapó el escándalo, y que ofreció pocas novedades.

En su declaración de marzo de 2009 en el Juzgado de Lorca, J. J. C. se refirió también a las numerosas comidas que Gil Eguino celebró en su restaurante y al procedimento que se utilizaba para extender las facturas y para su cobro. Según afirmó entonces, cuando el importe se consideraba muy elevado, Eguino le decía que lo repartiera en varias facturas.

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