La Verdad
El error que cometieron los regantes de la Comunidad Rambla Salada fue desactivar apenas dos horas la alarma de la estación de bombeo que reparaban. Los cacos hicieron el resto, y en un descuido, reventaron los candados para saquear la instalación y arramblar con un motor y todo el metal, incluso los tornillos y piezas de recambio que un técnico había dejado en la estación.
De nada importó que fuesen las doce del mediodía, ni que la estación de bombeo se ubique en las inmediaciones del restaurante Los Periquitos, lleno a esas horas. Los cacos, sin mayor preocupación, actuaron a plena luz del día. «Se lo llevaron todo salvo el cable de cobre y porque no les dio tiempo», dicen los comuneros en su denuncia.
Policía Local y la Guardia Civil investigan lo ocurrido. «Una de los tres bombas de la estación ha quedado inutilizada», lamentan en la Comunidad de Regantes, recordando que «cuesta más la reparación que las piezas robadas, que venden a treinta pesetas el kilo». Los comuneros tendrán que afrontar entre 3.000 y 4.000 euros por lo daños sufridos. «Como los pillan y no llevan cantidades importantes, siguen robando porque es un buen negocio», sentencian.
No hay comentarios:
Publicar un comentario