Juegos deportivos del Guadalentín
Tras más de treinta días, cincuenta pruebas, miles de kilómetros recorridos, cientos de balones y pelotas lanzados, piscinas, campos, pistas polideportivas, gimnasios, tatamis, y mucho mucho más, los Juegos Deportivos del Guadalentín se despidieron de la mejor forma posible: gozando del favor de los participantes y provocando la diversión de todos, con independencia de su edad y condición física. 1.500 personas, cien más que en la pasada edición, decidieron dedicar la mañana festiva a disfrutar del mejor deporte popular y participar de la fiesta del deporte con la que se clausuraron los XXXII Juegos Deportivos del Guadalentín. Y es que el Ciclo-Paseo siguió los pasos marcados por el resto de pruebas populares anteriormente celebradas, y consiguió un éxito de participación sin precedentes.
A las once de la mañana, el Huerto de la Rueda, que por segundo año consecutivo acogía la salida y la llegada de la prueba, se encontraba a rebosar de ciclistas de todas las edades y condiciones dispuestos a recorrer Lorca de una forma diferente. Allí se procedió a las últimas operaciones: inflado de ruedas, ajustar el dorsal, apretar el casco, comprobar los frenos, y tenerlo todo preparado para partir, mientras se daban las primeras pedaladas contemplando los disfraces: una comuna hippy, un grupo de Fenandos Alonsos con el mono de carreras, una pequeña disfrazada de mariposa, algún que otro pirata, y decenas de disfraces más.
Y sobre las 11.30 horas el pelotón comenzó a rodar por las calles, siguiendo el ritmo de la música y de la diversión, comenzando por la Calle Juan Antonio Dimas, y siguiendo por la Avenida Europa hasta la rotonda de Apolonia, Fuerzas Armadas, Ortega Melgares, Calle Mayor, Puente del Barrio, Santo Domingo y Lope Gisbert. Desde allí, el pelotón bajó por Floridablanca y enfiló la Avenida Juan Carlos I hasta llegar al Óvalo de Santa Paula y recorrer la Alameda de Cervantes y la Ronda Sur hasta la Redonda de San Antonio. Una vez superada ésta, los ciclistas atravesaron La Viña y rodando por Jerónimo Santa Fé, cruzaron de nuevo la Avenida Juan Carlos I y la Avenida de Santa Clara hasta volver de nuevo al punto de partida. Un total de 10 kilómetros y 300 metros, algo más de una hora y cuarto para recorrer todo el casco urbano de Lorca y 6 de sus barrios: San Diego, San Cristóbal, Apolonia, San José, La Viña y San Antonio.
De nuevo reunidos todos los ciclistas en el Huerto de la Rueda, Lorca Biciudad tomó la palabra para comenzar la clausura del acto, dando el micrófono a dos niñas que compartieron sus experiencias sobre la bicicleta, para posteriormente proceder a la lectura de un manifiesto por uno de los integrantes de la plataforma. Tras los aplausos se procedió al siempre interesante sorteo de magníficos regalos: bonos para las instalaciones deportivas municipales, lotes de productos de la tierra, una cesta de embutido, material deportivo y cuatro bicicletas. También se llevó a cabo la entrega de los premios a los mejores disfraces: el del mejor conjunto ciclista-bici fue a parar a un cartero real como los de hace décadas; el del grupo fue conquistado por un grupo de enfermeros de la Cruz Verde, dispuestos a salvar el medioambiente; y en cuanto al vehículo a ruedas más curioso, la victoria se la llevó una extraña bicicleta con ruedas de dispares tamaño. Las risas, como no podía ser de otra forma acompañaron toda la entrega.
Por último, el Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Lorca, Francisco Montiel, procedió a clausurar la trigésimo segunda edición de los Juegos Deportivos, calificándola como "una de las mejores de toda la historia del deporte lorquino", lo que sería imposible sin "la colaboración y dedicación del Comité Ejecutivo de los Juegos, el personal del IMJUDE, voluntarios, clubes y asociaciones deportivas del municipio, sponsors y patrocinadores y, por supuesto, todos los lorquinos y lorquinas que han participado en este evento aportando toda su ilusión".
Un nuevo día del Pilar se baja el telón de los Juegos Deportivos del Guadalentín, la trigésimo segunda edición en este caso, que nos ha ofrecido cinco semanas con todo el deporte imaginable, las mejores competiciones, nuevas pruebas, para aficionados y profesionales, niños y mayores, hombres y mujeres. Y sobre todo, esta edición de las olimpiadas lorquinas nos han deparado unas cifras de participación en las pruebas populares nunca antes imaginadas; pero no es eso lo más destacado de estos Juegos. Porque lo más importante es que en cada una de las pruebas los participantes han disfrutado con el deporte y han querido siempre más y más. Y ese sí es el auténtico fin de los Juegos del Guadalentín: que todo el mundo pueda disfrutar de la mejor actividad física.
Quedan once meses para que la trigésimo tercera edición de los Juegos Deportivos del Guadalentín regrese con su tradicional Marcha Andando. Pero hasta que ese momento llegue, podremos seguir disfrutando del deporte en las magníficas instalaciones de la ciudad de Lorca, en campos, polideportivos, piscinas y pabellones; en los participativos clubes y escuelas deportivas del municipio; en las decenas de programa ofertados por el IMJUDE; o, simplemente, vistiendo el chándal y saliendo a andar, correr o montar en bici. Porque lo más importante es no parar.
Muchas gracias a todos y quedan clausurados los XXXII Juegos Deportivos del Guadalentín. Nos vemos en septiembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario