Obras Públicas invertirá 4,5 millones en mejorar las infraestructuras viales y construir un nuevo puente sobre el río para acabar con los atascos en la RM41210.04.09 - JORGE G. BADÍA ABANILLA La Verdad
Las retenciones diarias a la entrada de ambos lados del viejo puente del río Chícamo se convertirán en una mera anécdota para los conductores que circulan por la RM412, recordando como sus viajes por esta carretera siempre tenían una parada obligada a la vera del Chícamo: ¿Pasas tú primero o yo? Esa pregunta tiene fecha de caducidad.
La Comunidad Autónoma, a través de la consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio comenzará a partir del próximo mes de junio -según fuentes del consistorio abanillero- con una larga lista de actuaciones que contribuirán a la mejora de la seguridad del tráfico rodado de la RM412, contemplando como actuación estrella la ejecución de un nuevo puente.
Esta infraestructura se construirá de forma paralela al viejo puente sobre el Chícamo, y contará con una longitud cercana a los 400 metros, dos carriles de 3,50 metros de ancho y aceras de 2 metros de ancho. En total, 11 metros de anchura que permitirán la circulación en ambos sentidos poniendo fin a un problema histórico; el efecto de cuello de botella que en la actualidad todavía sufren a diario los vehículos que atraviesan el río.
Pero antes de la construcción del nuevo puente se llevará a cabo el refuerzo del firme de la RM412, para acto seguido proceder a la supresión de varias curvas peligrosas como la de Santa Ana además del ensanchamiento de la carretera desde la variante de Abanilla hasta su intersección con la RM423 que permitirá suavizar su trazado y la creación de tres rotondas. La primera estará en la conocida curva de los Sifones, la segunda en el cruce de Ricabica y la tercera en el cruce que da acceso a la comarcal 3223.
En dieciocho meses, listo
Según las mismas fuentes municipales, las principales actuaciones se desarrollarán a lo largo de cinco kilómetros de la RM412, y se espera que un plazo máximo de 18 meses todo este listo y abierto al tráfico para dar servicio a los vecinos no sólo de Barinas, Macisvenda, El Cantón y Cañada de la Leña que quieran acceder por esta carretera hasta Abanilla, también a los trabajadores de la zona norte donde se ubican varias canteras de áridos.
Desde el consistorio el alcalde, Fernando Molina, ha querido destacar que «se trata de una obra muy importante con un nuevo trazado para una carretera por la que pasan muchos camiones. Antes de la crisis circulaban 1.500 vehículos al día, ahora la media estará alrededor de los novecientos». Y añade que «ofrecerá una mayor seguridad y mejor calidad de vida para los vecinos, una infraestructura clave para nosotros».
La Comunidad Autónoma, a través de la consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio comenzará a partir del próximo mes de junio -según fuentes del consistorio abanillero- con una larga lista de actuaciones que contribuirán a la mejora de la seguridad del tráfico rodado de la RM412, contemplando como actuación estrella la ejecución de un nuevo puente.
Esta infraestructura se construirá de forma paralela al viejo puente sobre el Chícamo, y contará con una longitud cercana a los 400 metros, dos carriles de 3,50 metros de ancho y aceras de 2 metros de ancho. En total, 11 metros de anchura que permitirán la circulación en ambos sentidos poniendo fin a un problema histórico; el efecto de cuello de botella que en la actualidad todavía sufren a diario los vehículos que atraviesan el río.
Pero antes de la construcción del nuevo puente se llevará a cabo el refuerzo del firme de la RM412, para acto seguido proceder a la supresión de varias curvas peligrosas como la de Santa Ana además del ensanchamiento de la carretera desde la variante de Abanilla hasta su intersección con la RM423 que permitirá suavizar su trazado y la creación de tres rotondas. La primera estará en la conocida curva de los Sifones, la segunda en el cruce de Ricabica y la tercera en el cruce que da acceso a la comarcal 3223.
En dieciocho meses, listo
Según las mismas fuentes municipales, las principales actuaciones se desarrollarán a lo largo de cinco kilómetros de la RM412, y se espera que un plazo máximo de 18 meses todo este listo y abierto al tráfico para dar servicio a los vecinos no sólo de Barinas, Macisvenda, El Cantón y Cañada de la Leña que quieran acceder por esta carretera hasta Abanilla, también a los trabajadores de la zona norte donde se ubican varias canteras de áridos.
Desde el consistorio el alcalde, Fernando Molina, ha querido destacar que «se trata de una obra muy importante con un nuevo trazado para una carretera por la que pasan muchos camiones. Antes de la crisis circulaban 1.500 vehículos al día, ahora la media estará alrededor de los novecientos». Y añade que «ofrecerá una mayor seguridad y mejor calidad de vida para los vecinos, una infraestructura clave para nosotros».
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