domingo, 15 de enero de 2012

ALCANTARILLA/ Del registro municipal al juzgado

Lo del retraso de las administraciones locales a la hora de afrontar pagos a los grandes, pequeños y medianos proveedores y contratistas hace tiempo que dejó de ser noticia con esto de la crisis. Pero los impagos que está viviendo José Moya -propietario de Obyser Mediterráneo- con el Ayuntamiento de Alcantarilla, están a punto de llevar a este empresario «a la más absoluta ruina», porque el Consistorio le adeuda más de 300.000 euros en facturas que rozan el ridículo: desde pequeñas actuaciones, como levantar un muro, hasta obras de mayor cuantía como la rehabilitación de una vivienda. No importa el tipo de trabajo porque a la postre José Moya no ve ni un euro de la Administración.
Los impagos del Ayuntamiento con Obyser Mediterráneo se remontan a 2006. Tras seis años de paciente espera, y después de tramitar hasta 34 instancias en el registro municipal para que le reconozcan las facturas, José Moya ha decidido emprender acciones legales contra el Consistorio poniendo su caso en manos de Guerrero López Abogados.
El letrado Fermín Guerrero vaticina que las seis reclamaciones administrativas que «hemos tramitado terminarán convirtiéndose en seis contenciosos administrativos contra el Ayuntamiento porque optará por el silencio administrativo, sin perjuicio, de que también acudamos a la jurisdicción penal por un delito de prevaricación además de exigir daños y perjuicios al Consistorio de Alcantarilla contra mi cliente».
Desclasificado por insolvente
Entre tanto, el empresario José Moya afirma sentirse «engañado» por el Ayuntamiento, después de que el Ministerio de Economía y Hacienda haya desclasificado a Obyser Mediterráneo como empresa contratista de la Administración «por su situación de insolvencia». Esta desclasificación impide a la empresa de Moya optar a cualquier obra o contrato público ofertado por la Administración regional o cualquier ayuntamiento. «Es una situación muy grave que me supone un gran perjuicio económico, no puedo presentarme a ningún concurso público». Su abogado Fermín Guerrero recuerda que «mi cliente es insolvente porque el Ayuntamiento no le paga, pero este empresario sí ha liquidado sus emolumentos a los trabajadores que utilizó para realizar los trabajos que contrataba el jefe de obras y servicios del Ayuntamiento».
En el listado municipal de impagos a Obyser Mediterráneo «se acumulan medio centenar de facturas»: 3.800 euros por la ejecución de un muro y retirada de escombros en la calle Brasil; 2.514 euros con 88 céntimos por la instalación de un grupo electrógeno en el mesón La Rueda o la reparación de una vivienda social en la calle Cura Pedro Pérez por 11.460 con 80 céntimos
El listado sigue hasta sobrepasar los 300.000 euros, «todo documentando y presentado en el registro». Este empresario recibió la última mala noticia del Consistorio el pasado 22 de diciembre «cuando el banco me llamó para decirme que el Ayuntamiento no había hecho frente a un endoso de 56.388 euros con 60 céntimos», y José Moya se está viendo obligado, «a solicitar préstamos para continuar con la actividad». El equipo de gobierno municipal ha declinado manifestarse respecto a este caso.

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