Santo Domingo acoge de nuevo sus imágenes, tras reubicarlas en la iglesia de Santiago
La Opinión
FRANCISCO GÓMEZ Varios cientos de ´blancos´ salieron ayer a la calle para dejar constancia de que la Semana Santa es algo tan enraizado entre los lorquinos, que nada ni nadie va a impedir que un año más puedan demostrar ese fervor y singularidad, cada uno desde el color que defiende, pese a los inconvenientes surgidos a raiz de los terremotos que se registraron en la ciudad el pasado 11 de mayo.
Los blancos empezaron ayer a calentar motores de cara a los días grandes del año en este municipio, como es su Semana Santa. Quisieron festejar y dar muestra que poco a poco está volviendo la normalidad a un pueblo que ha sufrido y sigue sufriendo después de los devastadores seísmos que han dejado secuelas.
Celebraron por todo lo alto que las imágenes titulares de la cofradía, la virgen de la Amargura y el Cristo del Rescate, han podido regresar a su casa después de varios meses ausentes, como consecuencia de los desperfectos que sufrió el templo tras los seísmos.
En este sentido, tanto el Paso Blanco como el Coro de Damas de la virgen de la Amargura organizaron ayer una jornada de actividades con motivo de lo que calificaron como «hecho histórico». Los actos sirvieron para abrir la programación que hay en marcha con motivo del centenario de la constitución del Coro de Damas de la virgen de la Amargura que tuvo lugar en el año 1.912. Dicho coro está presidido por María José Ruiz Cervera.
La solemne procesión de las dos imágenes partió del entorno de la iglesia de Santiago donde permaneció la virgen de la Amargura durante todos estos meses, en dirección a Santo Domingo. Las dos imágenes fueron trasladadas en tronos de andas portados por los respectivos costaleros.
Finalizado el recorrido, tras los vítores a las imágenes, tuvo lugar una misa.
La titular de la cofradía no podrá ocupar la capilla en la que normalmente se encuentra debido a las obras que se siguen realizando en el templo, pero ocupará un lugar destacado en el museo de bordados donde se celebró la misa. Dicho museo fue reabierto al público el pasado mes de diciembre. El Cristo del Rescate, sin embargo, ocupará la capilla que tiene dedicada con un ventanal que da a la calle para que los fieles puedan rendirle culto.
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