El esparto es la materia prima de los tres pasos elaborados por Cándido García, un vecino de 70 años de Los Cánovas, en Fuente Álamo
La Opinión
ISABEL LARA A punto de cumplir 70 años, a Cándido García no le tiembla el pulso a la hora de trenzar el esparto con el que ha hecho su propia procesión. Más de un año le ha llevado hacer a tamaño natural un Cristo crucificado, la Virgen María y a San Juan con sus correspondientes tronos, los protagonistas de un peculiar desfile artesanal que discurre el Sábado de Gloria, por las calles de la pedanía de Los Cánovas, en Fuente Álamo, de ocho a nueve de la tarde.
Cada vez son más vecinos y curiosos los que se acercan a este pequeño pueblo para ver las creaciones artesanales de Cándido, que hace dos años que preside la procesión del Encuentro ataviado con una mitra como la de los obispos y un gran bastón que termina en una cruz, todo trenzado también por él. «Es que si no me entretengo con algo en las manos se me hace muy largo el día», dice el artesano.
Entre cinco y diez kilos de esparto usó para crear cada una de sus figuras, a los que no les falta la peluca, la vestimenta ni las flores que adornan el trono. En total, cada trono puede pesar entre 10 y 20 kilos. «Aunque llevan un poco de madera son muy ligeros y no cuesta nada transportarlos», señala Cándido, que reconoce que, cuando hace dos años le propuso al párroco de la pedanía crear este peculiar Encuentro en Semana Santa, le pareció una buena idea. La procesión ha ido tomando tal renombre que un cantaor de Alhama de Murcia le dedicará algunas saetas a los santos hechos a mano.
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