M. de la Vieja/ Murcia/ La Verdad
Los merenderos hacen rebajas como en el supermercado, pero ni así consiguen llenar mesas y barras .
Los aparatos giran y giran cada noche, pero sin estar llenos como era costumbre
Los feriantes que están instalados en el recinto de la Fica observan cada noche como sus aparatos giran y giran, sin estar llenos como era costumbre. Los que tienen puestos de chucherías, también ven recortadas sus ventas. En los merenderos de la Feria hay ofertas, como en el supermercado, pero ni por esas consiguen llenar sus mesas y barras. La crisis económica está afectando a todas las familias, y se hace notar también en el recinto de la fantasía.
Blas Esteban, relaciones públicas de la Asociación de Feriantes, asegura que muchos de sus asociados se quejan de que están haciendo un 30 o un 40% menos de caja que otros años. «Además llueve sobre mojado -afirma Blas- porque vienen de otras ferias, como la de Málaga, y allí también la crisis se ha hecho notar».
Según Blas Esteban, la única ventaja que notan los feriantes en Murcia, respecto a otras plazas es la seguridad. Todos están contentos porque las incidencias son mínimas respecto a otras localidades. «La gente viene a mirar, porque la Feria en sí es todo un espectáculo, se pasean y se paran ante las casetas de atracciones divirtiéndose con observar los reclamos que hay en la fachada. El otro día había un grupo de chicos riéndose ante los espejos que deforman las figuras, pero sin entrar dentro, se divirtieron sólo con los de la puerta. También en el túnel del terror o en la caseta de Torrente se conforma la gente con observar los muñecos que cuelgan o trepan por la fachada. Como mirar no cuesta nada, pues así se divierten».
Ayer, el Gigant XXL, que es una de las atracciones favoritas de la Feria, empezó a funcionar vacío. Los de las tómbolas también se quejaban de que la gente juega poco: «Vienen a fisgar, a dar vueltas, y se marchan sin gastar un euro».
Jínjoles y cascaruja
El turronero más antiguo de la Feria, Linares Cantero, afirma que antes el 95% de sus ventas eran de turrón «y hoy ya ni lo saco, la gente sólo compra jínjoles, cascaruja y manzanas de caramelo». Su sobrino, que también tiene un puesto de turrón en la Feria, es más optimista: «Compenso la falta de interés por el turrón vendiendo frutas confitadas y juguetes; el cubo de pedos se vende mucho».
En los merenderos del recinto hay ofertas de bocatas de jamón o panceta, de salchicha o longaniza, con bebida y hamburguesa a 4.50 euros. También se ofertan muslos de pollo con patatas y pimientos, por 6 euros, a consumir en la mesa. Pues ni por esas logran activar sus ventas. «La gente pasa de largo, sólo viene a mirar, pero no consumen nada, si acaso se traen las meriendas de su casa», afirma la propietaria de uno de los merenderos.
Los precios de la Feria no han subido este año respecto a otras ediciones. Es más, algunos han bajado y hay feriantes que ofrecen infinidad de chucherías a precios que oscilan entre los 0.50 y los 2 euros. A la entrada de la Fica se venden cinturones, sortijas, diademas y otras fruslerías a 0,50 euros y bolsos, carteras y otros artículos similares a 1 y 2 euros, la pieza.
Las panochas asadas se pueden comprar a 2 euros, como en años anteriores y el algodón de azúcar también vale 2 euros.
Por su parte, Blas Esteban afirma que la experiencia más gratificante de esta Feria la tuvo el pasado miércoles, con la visita de los niños de la Asociación Arcas del Castillo de Baden en la Era Alta. «Vinieron unos 26 chavales, de distintas edades, entre niños y niñas. El presidente de la Asociación de Feriantes me dijo que les acompañara por la Feria, para darles alguna vuelta gratuita en las atracciones. Se mostraron tan felices, tan agradecidos, que todos los feriantes quisieron obsequiarlos y estuvieron casi cuatro horas en la Feria. «Fue increíble, hasta Tere, del merendero, los convidó a refrescos y hamburguesas. Había algunos que no paraban de gritar 'Vivan los de la Feria' y una niña muy graciosa, bailando nos cantaba: 'Yo soy de Cartagena morena y mi padre de Linares'. Aunque somos personas curtidas, lograron que se nos saltaran las lágrimas viendo la emoción de esos niños y su alegría por estar en la Feria. Eso nos compensa de tantos sinsabores que el día a día nos está trayendo por culpa de la crisis».
El próximo lunes se espera la visita de los niños de la Dirección General de la Familia, que están en la residencia de Santo Ángel. La feria permanecerá abierta hasta la víspera de la Romería. Los feriantes esperan que el recinto se anime el finde semana.
Blas Esteban, relaciones públicas de la Asociación de Feriantes, asegura que muchos de sus asociados se quejan de que están haciendo un 30 o un 40% menos de caja que otros años. «Además llueve sobre mojado -afirma Blas- porque vienen de otras ferias, como la de Málaga, y allí también la crisis se ha hecho notar».
Según Blas Esteban, la única ventaja que notan los feriantes en Murcia, respecto a otras plazas es la seguridad. Todos están contentos porque las incidencias son mínimas respecto a otras localidades. «La gente viene a mirar, porque la Feria en sí es todo un espectáculo, se pasean y se paran ante las casetas de atracciones divirtiéndose con observar los reclamos que hay en la fachada. El otro día había un grupo de chicos riéndose ante los espejos que deforman las figuras, pero sin entrar dentro, se divirtieron sólo con los de la puerta. También en el túnel del terror o en la caseta de Torrente se conforma la gente con observar los muñecos que cuelgan o trepan por la fachada. Como mirar no cuesta nada, pues así se divierten».
Ayer, el Gigant XXL, que es una de las atracciones favoritas de la Feria, empezó a funcionar vacío. Los de las tómbolas también se quejaban de que la gente juega poco: «Vienen a fisgar, a dar vueltas, y se marchan sin gastar un euro».
Jínjoles y cascaruja
El turronero más antiguo de la Feria, Linares Cantero, afirma que antes el 95% de sus ventas eran de turrón «y hoy ya ni lo saco, la gente sólo compra jínjoles, cascaruja y manzanas de caramelo». Su sobrino, que también tiene un puesto de turrón en la Feria, es más optimista: «Compenso la falta de interés por el turrón vendiendo frutas confitadas y juguetes; el cubo de pedos se vende mucho».
En los merenderos del recinto hay ofertas de bocatas de jamón o panceta, de salchicha o longaniza, con bebida y hamburguesa a 4.50 euros. También se ofertan muslos de pollo con patatas y pimientos, por 6 euros, a consumir en la mesa. Pues ni por esas logran activar sus ventas. «La gente pasa de largo, sólo viene a mirar, pero no consumen nada, si acaso se traen las meriendas de su casa», afirma la propietaria de uno de los merenderos.
Los precios de la Feria no han subido este año respecto a otras ediciones. Es más, algunos han bajado y hay feriantes que ofrecen infinidad de chucherías a precios que oscilan entre los 0.50 y los 2 euros. A la entrada de la Fica se venden cinturones, sortijas, diademas y otras fruslerías a 0,50 euros y bolsos, carteras y otros artículos similares a 1 y 2 euros, la pieza.
Las panochas asadas se pueden comprar a 2 euros, como en años anteriores y el algodón de azúcar también vale 2 euros.
Por su parte, Blas Esteban afirma que la experiencia más gratificante de esta Feria la tuvo el pasado miércoles, con la visita de los niños de la Asociación Arcas del Castillo de Baden en la Era Alta. «Vinieron unos 26 chavales, de distintas edades, entre niños y niñas. El presidente de la Asociación de Feriantes me dijo que les acompañara por la Feria, para darles alguna vuelta gratuita en las atracciones. Se mostraron tan felices, tan agradecidos, que todos los feriantes quisieron obsequiarlos y estuvieron casi cuatro horas en la Feria. «Fue increíble, hasta Tere, del merendero, los convidó a refrescos y hamburguesas. Había algunos que no paraban de gritar 'Vivan los de la Feria' y una niña muy graciosa, bailando nos cantaba: 'Yo soy de Cartagena morena y mi padre de Linares'. Aunque somos personas curtidas, lograron que se nos saltaran las lágrimas viendo la emoción de esos niños y su alegría por estar en la Feria. Eso nos compensa de tantos sinsabores que el día a día nos está trayendo por culpa de la crisis».
El próximo lunes se espera la visita de los niños de la Dirección General de la Familia, que están en la residencia de Santo Ángel. La feria permanecerá abierta hasta la víspera de la Romería. Los feriantes esperan que el recinto se anime el finde semana.
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