La mota izquierda contará con pantalanes para piraguas, pesca deportiva y barcos por radiocontrol
26.09.10 - 02:11 - MARÍA JOSÉ MONTESINOS mjmontesinos@laverdad.es MURCIA.
No es ciencia ficción ni realidad virtual. El río Segura, a su paso por la ciudad de Murcia, cambiará como de la noche al día en menos de dos años. Tendrá el doble de caudal del que ahora tiene, perderá el color 'chocolate' actual de los lodos y contará con aguas limpias y cristalinas, en las que abundarán los peces. Habrá, además, cinco o seis isletas con casetas de refugio en el centro del cauce para que aniden las aves. También cambiará el aspecto de la mota izquierda -la más próxima a La Glorieta- en la que se construirán, al menos, dos pantalanes para piraguas y embarcaciones de remo, una par de puestos de madera para la pesca deportiva y, posiblemente -aún está en estudio-, otra pequeña plataforma para hacer navegar barcos por radiocontrol. Incluso habrá un paseo peatonal de 2,5 metros de ancho, por el que el Ayuntamiento, si así lo desea, pueda prolongar el carril bici, dándole continuidad desde Beniel a la Contraparada.
No se trata de un proyecto sobre papel. Las obras de recirculación de caudales y acondicionamiento de motas del río Segura en el tramo urbano de Murcia ya han comenzado. Y, además, está en fase de licitación otro segundo proyecto para dragar el río y extraer 100.000 metros cúbicos de lodo para la recuperación ambiental del río. Ambas iniciativas van a ser posibles gracias a sendas inversiones del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que va a destinar 13,5 millones de euros a las obras de recirculación de caudales y acondicionamiento de motas y en torno a 5 millones de euros en el proyecto para sanear y limpiar el tramo urbano del Segura.
Las obras para que el río lleve más caudal comenzaron en julio de 2009, y ya se ha ejecutado un 30% de las mismas, pero apenas han sido visibles hasta que se ha llegado a la mota del río por la que transcurre el carril bici. La adjudicación correspondió a la unión temporal de empresas formada por Sogeosa y Grupo Generala. Se han dividido en tres tramos: desde la estación depuradora hasta el puente de la Fica (5,4 kilómetros); desde la Fica al azud de Manterola (2 kilómetros) y desde dicho azud hasta cerca de La Raya, en Guadalupe (4,2 kilómetros).
Obras en tres fases
El tramo 1 ya está terminado y ahora se trabaja en el tramo 3. Según Juan Antonio Cánovas, director de la obra, y jefe de servicio de la Dirección Técnica de la Confederación Hidrográfica del Segura, «el tramo 2, que es el más urbano -entre el puente de La Fica y el azud de Manterola- se dejará para el final, ya que hemos pedido más dinero al Ministerio para cambiar las tuberías y mejorar las motas».
El escaso caudal circulante -a veces pasan escasamente 100 litros por segundo- es el culpable de la degradación del río, de los malos olores y del color turbio de las aguas. Con la obra prevista se pretende optimizar los recurso hídricos existentes y conseguir la recirculación de caudales del río en el tramo urbano. El objetivo es lograr, mediante una especie de circuito cerrado, que el río lleve un caudal constante de 2.000 litros por segundo (2 m3/segundo). Esto se va a conseguir mediante la captación de un metro cúbico por segundo del propio caudal, que se remansa gracias a una presa hinchable, y de otro metro cúbico por segundo que se obtiene del agua que sale de la estación depuradora Murcia Este. Los 2 m3 por segundo se impulsan mediante una estación de bombeo y se conducen por tuberías hasta soltarlos en Guadalupe, con lo que se produce la recirculación del agua.
Otra de las cuestiones en estudio es aprovechar el salto de agua en Guadalupe para instalar una pequeña estación eléctrica y destinar la energía para dar luz al carril bici.
Una vez en funcionamiento, será el Ayuntamiento el que se haga cargo del mantenimiento del sistema de recirculación. «Se trata de una infraestructura urbana -explica Cánovas- y aunque aún no está firmado, existe un acuerdo entre la Confederación Hidrográfica del Segura y el Ayuntamiento para que sea éste quien se haga cargo del mantenimiento. Dependerá del uso que se le dé al sistema de recirculación, pero se estima que no será necesario que funcione los 12 meses del año, ya que si llueve, no tiene sentido que se bombee agua.
La previsión es usarlo cuando el río tenga un caudal de menos de 1.000 litros por segundo, por lo que sumando todos los días del año con déficit hídrico se prevé que sean en torno a lo equivalente a cuatro meses al año. En este caso, el coste del mantenimiento para el Ayuntamiento sería de 400.000 euros.
El mismo proyecto incluye el acondicionamiento de la mota izquierda del río, donde se prevé un paseo de 6 metros de ancho, que se va a dividir en dos partes: un paseo de 2,5 metros para peatones y carril bici y otros 3,5 metros de césped y para paso de vehículos de la CHS para limpieza. Tendrá pantalanes para piraguas, puestos de pesca y, posiblemente, para hacer navegar barcos por radiocontrol.
Otra obra que redundará en la mejora medioambiental será el dragado del río para extraer 100.000 m3 de fangos. El proyecto está en fase de licitación para que las empresas presenten sus ofertas. Se prevé contratar la obra en enero y que comiencen en abril. El plazo de ejecución es de 12 meses. Antes de empezar a dragar, se capturarán los peces y se trasladarán en camiones a embalses como el Quípar y La Cierva.
26.09.10 - 02:11 - MARÍA JOSÉ MONTESINOS mjmontesinos@laverdad.es MURCIA.
No es ciencia ficción ni realidad virtual. El río Segura, a su paso por la ciudad de Murcia, cambiará como de la noche al día en menos de dos años. Tendrá el doble de caudal del que ahora tiene, perderá el color 'chocolate' actual de los lodos y contará con aguas limpias y cristalinas, en las que abundarán los peces. Habrá, además, cinco o seis isletas con casetas de refugio en el centro del cauce para que aniden las aves. También cambiará el aspecto de la mota izquierda -la más próxima a La Glorieta- en la que se construirán, al menos, dos pantalanes para piraguas y embarcaciones de remo, una par de puestos de madera para la pesca deportiva y, posiblemente -aún está en estudio-, otra pequeña plataforma para hacer navegar barcos por radiocontrol. Incluso habrá un paseo peatonal de 2,5 metros de ancho, por el que el Ayuntamiento, si así lo desea, pueda prolongar el carril bici, dándole continuidad desde Beniel a la Contraparada.
No se trata de un proyecto sobre papel. Las obras de recirculación de caudales y acondicionamiento de motas del río Segura en el tramo urbano de Murcia ya han comenzado. Y, además, está en fase de licitación otro segundo proyecto para dragar el río y extraer 100.000 metros cúbicos de lodo para la recuperación ambiental del río. Ambas iniciativas van a ser posibles gracias a sendas inversiones del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que va a destinar 13,5 millones de euros a las obras de recirculación de caudales y acondicionamiento de motas y en torno a 5 millones de euros en el proyecto para sanear y limpiar el tramo urbano del Segura.
Las obras para que el río lleve más caudal comenzaron en julio de 2009, y ya se ha ejecutado un 30% de las mismas, pero apenas han sido visibles hasta que se ha llegado a la mota del río por la que transcurre el carril bici. La adjudicación correspondió a la unión temporal de empresas formada por Sogeosa y Grupo Generala. Se han dividido en tres tramos: desde la estación depuradora hasta el puente de la Fica (5,4 kilómetros); desde la Fica al azud de Manterola (2 kilómetros) y desde dicho azud hasta cerca de La Raya, en Guadalupe (4,2 kilómetros).
Obras en tres fases
El tramo 1 ya está terminado y ahora se trabaja en el tramo 3. Según Juan Antonio Cánovas, director de la obra, y jefe de servicio de la Dirección Técnica de la Confederación Hidrográfica del Segura, «el tramo 2, que es el más urbano -entre el puente de La Fica y el azud de Manterola- se dejará para el final, ya que hemos pedido más dinero al Ministerio para cambiar las tuberías y mejorar las motas».
El escaso caudal circulante -a veces pasan escasamente 100 litros por segundo- es el culpable de la degradación del río, de los malos olores y del color turbio de las aguas. Con la obra prevista se pretende optimizar los recurso hídricos existentes y conseguir la recirculación de caudales del río en el tramo urbano. El objetivo es lograr, mediante una especie de circuito cerrado, que el río lleve un caudal constante de 2.000 litros por segundo (2 m3/segundo). Esto se va a conseguir mediante la captación de un metro cúbico por segundo del propio caudal, que se remansa gracias a una presa hinchable, y de otro metro cúbico por segundo que se obtiene del agua que sale de la estación depuradora Murcia Este. Los 2 m3 por segundo se impulsan mediante una estación de bombeo y se conducen por tuberías hasta soltarlos en Guadalupe, con lo que se produce la recirculación del agua.
Otra de las cuestiones en estudio es aprovechar el salto de agua en Guadalupe para instalar una pequeña estación eléctrica y destinar la energía para dar luz al carril bici.
Una vez en funcionamiento, será el Ayuntamiento el que se haga cargo del mantenimiento del sistema de recirculación. «Se trata de una infraestructura urbana -explica Cánovas- y aunque aún no está firmado, existe un acuerdo entre la Confederación Hidrográfica del Segura y el Ayuntamiento para que sea éste quien se haga cargo del mantenimiento. Dependerá del uso que se le dé al sistema de recirculación, pero se estima que no será necesario que funcione los 12 meses del año, ya que si llueve, no tiene sentido que se bombee agua.
La previsión es usarlo cuando el río tenga un caudal de menos de 1.000 litros por segundo, por lo que sumando todos los días del año con déficit hídrico se prevé que sean en torno a lo equivalente a cuatro meses al año. En este caso, el coste del mantenimiento para el Ayuntamiento sería de 400.000 euros.
El mismo proyecto incluye el acondicionamiento de la mota izquierda del río, donde se prevé un paseo de 6 metros de ancho, que se va a dividir en dos partes: un paseo de 2,5 metros para peatones y carril bici y otros 3,5 metros de césped y para paso de vehículos de la CHS para limpieza. Tendrá pantalanes para piraguas, puestos de pesca y, posiblemente, para hacer navegar barcos por radiocontrol.
Otra obra que redundará en la mejora medioambiental será el dragado del río para extraer 100.000 m3 de fangos. El proyecto está en fase de licitación para que las empresas presenten sus ofertas. Se prevé contratar la obra en enero y que comiencen en abril. El plazo de ejecución es de 12 meses. Antes de empezar a dragar, se capturarán los peces y se trasladarán en camiones a embalses como el Quípar y La Cierva.
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