27.09.10 - 00:59 - M. J. MONTESINOS MURCIA./ La Verdad
La polémica está servida. Muchas ciudades españolas, entre ellas Murcia, se están sumando a la limitación de velocidad a 30 kilómetros/hora en el centro urbano. Zaragoza presume de ser una de las ciudades que reducirá la velocidad en todo el centro urbano antes de que finalice 2010. También Valencia ha apostado por esta medida y en Madrid, en el barrio de Salamanca y en Chamberí, no se puede sobrepasar ese límite de velocidad. Los detractores de la medida aseguran que a esa velocidad, y con la calefacción o el aire acondicionado puestos, el coche se les cala. Por no hablar del gasto extra en combustible. Hasta que los conductores no estén habituados, las pitadas de los coches en la retaguardia están aseguradas.
Estos días, con motivo de la celebración de la Semana de la Movilidad, en torno al Día sin Coche, que se celebró el pasado 22 de septiembre, el tema ha vuelto a ponerse de actualidad. Se trata de conciliar el tráfico rodado de coches con el de otros medios de locomoción, especialmente las bicicletas pero también de salvar vidas humanas.
Según los expertos en tráfico, morir atropellado es nueve veces más probable si el vehículo responsable de la colisión circula a 50 kilómetros por hora que si lo hace a 30. La limitación a 30 kilómetros por hora no es, por tanto, un límite caprichoso, ya que a 50 kilómetros por hora, el 45% de las víctimas morirían y sólo el 5% resultarían ilesas. A 30, las cifras se invertirían y fallecería un 5%, mientras que un 30% no sufriría ningún daño.
El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, asegura que «la ciudad debe ser para los ciudadanos» y que «los vehículos privados no pueden tener prioridad». Por este motivo, el consistorio ha encargado un Plan de Movilidad Sostenible cuyas primeras conclusiones fueron presentadas antes del verano y que está pendiente de aprobación por el equipo de gobierno.
En el estudio, realizado por Sener Ingeniería y Sistemas y Taryet, y que tiene como objetivo la reordenación integral del transporte, elaborada dentro del plan Muévete, se apuesta por las llamadas 'zonas de calmado de tráfico', y se establecen unas previsiones de aplicación a corto y medio plazo.
Según el estudio citado, las zonas de 'calmado de tráfico' a corto plazo se establecerían antes del 2012 y afectarían al casco urbano, teniendo como límites la plaza Circular, la avenida de la Fama, la margen izquierda del río -paseo de Garay y Puente Viejo y hasta la zona de La Seda y La Pólvora.
En un medio plazo -hasta 2016-, la implantación de las zonas de calmado de tráfico se extendería hasta algunas de las principales arterias urbanas, como las avenidas Juan Carlos I y Juan de Borbón, Ronda de Levante y Miguel de Cervantes, entre otras.
También en pedanías
Además, la limitación de velocidad no se reduciría al casco urbano de la ciudad sino también en pedanías, según indicó la concejal de Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá.
La responsable de Circulación y Seguridad, Nuria Fuentes, indicó que «en estos momentos ya tenemos limitación de velocidad a 30 kilómetro por hora en el entorno de los colegios y se está extendiendo a las ciclocalles, vías donde han de convivir los coches con las bicicletas». Fuentes añade que «en el marco del Plan de Movilidad se nos han hecho unas propuestas que hay que estudiar y aprobar para conciliar el tráfico rodado con otros medios de transporte».
Muchas otras ciudades han apostado por las zonas de calmado de tráfico. Barcelona cuenta con más de 200 kilómetros de 'calles 30,' y en Bilbao y Vitoria también se ha limitado la velocidad a 30 en zonas de gran afluencia de peatones. En Málaga, la velocidad se ha reducido en el centro a 20 kilómetros, mientras que en Santiago de Compostela, todo el casco histórico es peatonal.
Estos días, con motivo de la celebración de la Semana de la Movilidad, en torno al Día sin Coche, que se celebró el pasado 22 de septiembre, el tema ha vuelto a ponerse de actualidad. Se trata de conciliar el tráfico rodado de coches con el de otros medios de locomoción, especialmente las bicicletas pero también de salvar vidas humanas.
Según los expertos en tráfico, morir atropellado es nueve veces más probable si el vehículo responsable de la colisión circula a 50 kilómetros por hora que si lo hace a 30. La limitación a 30 kilómetros por hora no es, por tanto, un límite caprichoso, ya que a 50 kilómetros por hora, el 45% de las víctimas morirían y sólo el 5% resultarían ilesas. A 30, las cifras se invertirían y fallecería un 5%, mientras que un 30% no sufriría ningún daño.
El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, asegura que «la ciudad debe ser para los ciudadanos» y que «los vehículos privados no pueden tener prioridad». Por este motivo, el consistorio ha encargado un Plan de Movilidad Sostenible cuyas primeras conclusiones fueron presentadas antes del verano y que está pendiente de aprobación por el equipo de gobierno.
En el estudio, realizado por Sener Ingeniería y Sistemas y Taryet, y que tiene como objetivo la reordenación integral del transporte, elaborada dentro del plan Muévete, se apuesta por las llamadas 'zonas de calmado de tráfico', y se establecen unas previsiones de aplicación a corto y medio plazo.
Según el estudio citado, las zonas de 'calmado de tráfico' a corto plazo se establecerían antes del 2012 y afectarían al casco urbano, teniendo como límites la plaza Circular, la avenida de la Fama, la margen izquierda del río -paseo de Garay y Puente Viejo y hasta la zona de La Seda y La Pólvora.
En un medio plazo -hasta 2016-, la implantación de las zonas de calmado de tráfico se extendería hasta algunas de las principales arterias urbanas, como las avenidas Juan Carlos I y Juan de Borbón, Ronda de Levante y Miguel de Cervantes, entre otras.
También en pedanías
Además, la limitación de velocidad no se reduciría al casco urbano de la ciudad sino también en pedanías, según indicó la concejal de Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá.
La responsable de Circulación y Seguridad, Nuria Fuentes, indicó que «en estos momentos ya tenemos limitación de velocidad a 30 kilómetro por hora en el entorno de los colegios y se está extendiendo a las ciclocalles, vías donde han de convivir los coches con las bicicletas». Fuentes añade que «en el marco del Plan de Movilidad se nos han hecho unas propuestas que hay que estudiar y aprobar para conciliar el tráfico rodado con otros medios de transporte».
Muchas otras ciudades han apostado por las zonas de calmado de tráfico. Barcelona cuenta con más de 200 kilómetros de 'calles 30,' y en Bilbao y Vitoria también se ha limitado la velocidad a 30 en zonas de gran afluencia de peatones. En Málaga, la velocidad se ha reducido en el centro a 20 kilómetros, mientras que en Santiago de Compostela, todo el casco histórico es peatonal.
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