sábado, 9 de enero de 2010

MAZARRÓN/ Un alijo submarino

El fiscal pide 60 años de prisión para una banda de 'narcos' que hundió un barco cargado con tres toneladas de hachís
09.01.10 - 01:09 -
A. NEGRE/ La Verdad
El quid del juicio contra una presunta banda de narcotraficantes, que la Audiencia Provincial juzgará la próxima semana, no se encontraba en ningún documento. No apareció en el 'pinchazo' de una conversación telefónica ni surgió del relato de un testigo. Estaba en el fondo del mar. Decenas de fardos con cerca de tres toneladas de resina de hachís que la Policía Nacional tuvo que rescatar del suelo submarino después de que el hundimiento de la barca de esta organización los enviara al agua. Algunos de estos fardos, tal y como reconoce el fiscal en su escrito de acusación, descansan todavía en las profundidades marinas, a más de cien metros de profundidad.
Las investigaciones que han desembocado en el juicio el próximo lunes a once presuntos miembros de esta red de narcotráfico se iniciaron en octubre de 2007. El rumor de que Bernardo M.M. se podría estar dedicando al tráfico de hachís llegó a los oídos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco II) de la Policía Nacional, que se puso a trabajar.
Le'pincharon' sus teléfonos móviles y los agentes llegaron a la conclusión rápidamente de que Bernardo actuaba concertado presuntamente con José Z. P. 'El Chele'. Este último era propietario de 'Ginés y Pedro', una embarcación que, según el relato del fiscal, éstos ofrecían «a aquellos que estuviesen interesados en introducir grandes partidas de hachís en la Región».
La Policía Nacional logró numerosas conversaciones telefónicas en las que los acusados hablan presuntamente de pedir anticipos, del retraso de los alijos por el estado del mar o del mayor control policial. Sus presuntos contactos marroquíes, Abderrahim E. 'El Jaime' y Omar K., se encargaban supuestamente de comprar la droga y controlar que el envío llegara a puerto.
Tras meses de seguimiento, los acusados fijaron una fecha: el 21 de enero de 2008. Ese día, la banda planeaba presuntamente introducir en la Región tres toneladas de hachís a bordo del 'Ginés y Pedro'. Para ello, se tramó un cuidadoso reparto de funciones. La Policía Nacional preparó un dispositivo listo para actuar. Ahora solo quedaba esperar.
Sobre las 4.30 horas del 21 de enero, el Ginés y Pedro salió del puerto de Mazarrón hasta un punto concreto en mitad del mar, donde contactó con una lancha neumática de Marruecos que le pasó la droga. Con el alijo ya a bordo, la embarcación partió de nuevo hacia la costa murciana, pero surgió un problema. Durante el trayecto la bomba de baldeo se estropeó y el barco quedó semihundido. Algunos fardos cayeron al mar.
A la mañana siguiente, ante la tardanza del barco, la patrullera Abantos del Servicio de Vigilancia Aduanera recibió la orden de ir en su busca. Y lo encontró. Semihundido, sin rastro de la tripulación y hasta arriba de fardos. El temor a que se hundiera del todo, cosa que pasó poco después, impidió la aprehensión de la droga. Algunos de los tripulantes fueron rescatados del mar, cerca de allí, con signos de hipotermia.
La Armada y el Servicio de Vigilancia Aduanera lograron recuperar más de 1.857 kilos de hachís en los días posteriores al hundimiento. Semanas después, un arrastrero encontró 25 fardos, con cerca de mil kilos, enredados en sus redes.
Los once acusados de tramar este envío de droga serán juzgado a partir del lunes en la Audiencia Provincial. El Ministerio Fiscal pide para ellos penas que suman los 60 años de prisión por presuntos delitos contra la salud pública.

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